domingo, 29 de noviembre de 2015

Nuestra realidad

`Falta de Comunicación deriva en Ego y Consumismo´.


Escribir siempre ha sido para mí una actividad análoga a respirar. Tal vez las consecuencias de no hacerlo no sean catastróficamente inmediatas como dejar de aspirar aire en los pulmones, pero he comprendido que paulatinamente el resultado será el mismo.
En el último año [un período de tiempo altamente largo y doloroso], he aprendido que la Comunicación es una cualidad humana esencial en nuestra existencia.
Años antes no pensaba lo mismo, y me importaba muy poco ahondar en el tema.
Fue precisamente estos últimos doce meses, de experiencias profundamente fuertes, los que me han enseñado la importancia vital de poder expresar lo que somos.
Tristemente dejo una faceta de mi empleo que antes me entusiasmaba mucho. Cuando recién me involucré en la oportunidad, visualicé un camino lleno de satisfacciones, de poder aprender, poner en práctica los pocos conocimientos y habilidades adquiridos o presentes en mí, y, sobre todo, colaborar integrando un equipo de trabajo de ensueño.
Ayer por la tarde ese ciclo llegó a su final, tras una serie de eventos desafortunados que me llevaron a analizar, reflexionar, y esbozar la difícil decisión de renunciar a las metas y planes cuidadosamente diseñados a lo largo de ocho años.
Desde una cultura centrada en la Comunicación y la expresión metafísica, me topo con pared al intentar mantener vigente esta idea en el ambiente cotidiano, laborar, e, incluso personal.
Actualmente y haciendo referencia a los conflictos presenciados a nivel mundial en las últimas semanas, los seres humanos en general experimentamos un periodo de oscuridad, similar al vivido al término del año dos mil doce, cuando se cerraba el largo ciclo metafísico, representando una transformación energética radical entre el Quinto y el Sexto Sol, descrito por las civilizaciones antiguas.
Como un esquema de Geometría Fractal, nuestras acciones como Humanidad se repetirán desde mínimas escalas hasta escalas urbanas y globales, hasta la pérdida plena de nuestra comunicación, empatía e interés de establecer relaciones con nuestro prójimo.
Como seres humanos, tenemos dos cualidades esenciales: el Raciocinio y la Comunicación. El segundo es producto del primero, y se convierte en nuestra habilidad para lograr crecimiento espiritual pleno.
Al nacer, sin embargo, se nos brinda una visión por completo egocentrista, que nos limita a observar y comprender el universo desde una perspectiva única e individualista. Es indispensable por razones obvias como humanidad y civilización, poder establecer relaciones de convivencia e intercambio cultural, para aprender a compartir nuestra visión personal, con intereses y perspectivas grupales sociales, lo que irremediablemente nos llevará a una mayor comprensión de nuestras realidades.
Sin embargo, la existencia de la Tecnología, los vertiginosos avances en la comunicación, y el desarrollo y definición del Capitalismo como única opción que nos orilla al consumismo, ha hecho que paulatinamente adquiramos cualidades que, lejos de llevarnos a la convivencia y armonía social, confirmen nuestro egocentrismo y bienestar individual, como única meta, en la que nos centramos, alejándonos de quienes nos rodean.
El establecimiento de relaciones personales y lo que esto conlleva [pláticas humanas, convivencia presencial, tiempo compartido en actividades sociales] ahora se consideran como acciones inútiles, que no representan beneficios a largo plazo.
El desarrollo espiritual permanece mermado ante tal realidad.
No podremos aspirar a lograr crecimiento como seres humanos, si no cultivamos nuestra habilidad de Empatía, de ser capaces de ayudar al prójimo desde puntos de vista desinteresados y honestos, que, lejos de traernos beneficios a corto o mediano plazo, nos permita comprender a profundidad que las relaciones humanas, la armonía entre ellas, y el aprendizaje y la retroalimentación que éstas representan, son una valiosa herramienta para acumular conocimiento, y encontrar nuestra esencia y valor como seres humanos individuales, que sólo tenemos cabida cuando entendamos que formamos parte de una generalidad universal unificada.

Tras un período de once meses, mi vida cambió en muchos sentidos. Las decisiones que tomamos buscan mejorar nuestro bienestar, y, en cierto sentido, eso fue lo que aconteció. Debo aceptarlo. Sin embargo, la Vida como he aprendido consta de más de un área o plataforma de existencia, y en mi caso el cambio vivido repercutió en sólo un par de áreas, de las siete que integran nuestras vidas.
Ayudar a los demás siempre ha sido una meta indispensable para mí. Mucho tiempo ondeé esa bandera, experimentando gratas satisfacciones al ser capaz de ayudar a otros. En ocasiones pensamos que las personas se sentirán agradecidas de ser ayudadas.
Este largo último período de tiempo me ha demostrado lo contrario.
Una dolorosa lección de Vida.

Establecer una plática, por muy trivial que ésta sea, es entendida como una pérdida de tiempo, como una experiencia que deja nada, en términos de costo/beneficio. Las charlas presenciales, el intercambio de nuestros personales e individuales intereses, o nuestras perspectivas sinceras en torno a algún tema en común son cada vez situaciones menos vistas o aceptadas en nuestra realidad cotidiana.
Nos concentramos en manipular, obtener poder, y con él, dominio o la oportunidad de controlar las circunstancias, o de establecer nuestros puntos de vista como únicos, válidos y/o universales. Dolorosamente, las relaciones personales se han tornado evidencia y sinónimo de intereses y conveniencias, y se deja de prescindir de ellas cuando no satisfacen nuestra ambición o planes basados en el consumismo de los objetos o circunstancias.
Los cánones y valores humanos se basan entonces en la Belleza de la apariencia física y en la capacidad de la Utilidad a cortísimo plazo.

Una vez más, el anhelo por el desarrollo espiritual, queda de lado, al no ser capaz de integrarse a los intereses humanos predominantes.

Fotografía editada, original tomada de la liga:
https://blogsomoshumanos.wordpress.com/2014/02/28/ser-o-no-ser-egoista/

Escucho:
Just like you said [Live in Paris] / Kiss from a rose [Live in Paris] // Seal