domingo, 23 de agosto de 2020

Temperatura emocional en Equilibrio

 `Nuestra temperatura emocional
es un factor determinante en
nuestras vidas´.
 

El Desequilibrio presente en nuestras vidas, normalmente se manifiesta por una inadecuada percepción de la Realidad llevada a cabo por nuestro sexto punto de Energía, donde reside el proceso que nos lleva a interpretar las circunstancias externas que definen lo que experimentamos como vida real. Dentro de la terapia, en este punto radica el Tercer ojo

Las emociones son la base de nuestra vida en muchos sentidos. A través de ella matizamos las circunstancias y vivimos la Realidad, acorde a los sentimientos que han ingresado en nuestro cuerpo a través de elementos motivantes, que son procesados por la mente, para ser integrados a nuestra vida en formato de emociones: interpretaciones psico-corporales personales de las circunstancias a las que nos enfrentamos todos los días.

Al considerar las emociones que definen quienes somos, podremos encontrar en ellas algunos valores que sientan la Dirección que ha seguido nuestra vida, y que inexorablemente nos guiará a la Vocación o Misión de Vida que cumpliremos.
 
Será primordial que cada valor definido sea comprendido e interiorizado de forma equilibrada y consciente, manteniendo un sano proceso de Expansión y Contracción, que nos permita permanecer dentro de una visión no distorsionada de la Realidad.

Es como trabajar con un termómetro, donde debemos cuidar que nuestra temperatura emocional se encuentre siempre en determinado valor medio, de lo contrario, hará que nuestra percepción de la Realidad, se distorsione.
Me agrada explicar dentro de la terapia, la analogía con respecto al cuerpo humano.

La temperatura posee dos extremos, la hipotermia, y la fiebre. Llegar a cualquiera de estos dos puntos, provocará fallas en los sistemas y órganos del cuerpo, desde el cese de funcionamiento de procesos, hasta lo opuesto: ritmos alterados que finalizan en un colapso corporal generalizado.
 
El ejercicio que se plantea en relativamente sencillo: se comienza identificando valores en equilibrio o en desequilibrio (en cualquiera de sus extremos: frío o calor; carencia o exceso), y se define el cuadro de temperaturas que cierra el termómetro.

Así, por ejemplo, si la persona identifica que dentro de sus actitudes se encuentra el ser selectiva, se analizará esta característica de comportamiento y se puede establecer que es el extremo de Carencia del termómetro. La persona en sí intenta evitar la Interacción social con el entorno. Interacción o Convivencia, se convierte en el valor equilibrado dentro del cual debe mantenerse las acciones o actitudes de la persona. El exceso de Interacción|Convivencia, producirá un alza de la temperatura de este valor, que derivará en una actitud de ser empalagoso, que generará un rechazo social dentro del entorno.

Normalmente nuestros desequilibrios emocionales provienen de bajar o subir la temperatura, es decir, carecer o exagerar el valor equilibrado. Sólo se cae en uno de los extremos, raramente en ambos.

Cuando comprendemos el valor que estamos limitando o llevando al extremo, es más sencillo realizar acciones que nos permitan elevar o disminuir las emociones de nuestro termómetro, hasta llegar al adecuado y sano Equilibrio.

Otro ejemplo se presenta en el valor equilibrado de Convicción.
Las personas que poseen este valor, son capaces de identificar y defender ideales, pensamientos o acciones de manera objetiva y consciente, al punto de poder entablar un sano intercambio de discursos que lleven a la Retroalimentación.

Los extremos se materializan cuando se carece de esta habilidad o no se tiene este valor. En el extremo frío, la Convicción se congela, al punto de convertirse en Incertidumbre o Duda. La persona se transforma en un ser inseguro, que no es capaz de defender o interiorizar idea o pensamiento alguno, y mucho menos defenderlo o comprenderlo en su totalidad.

La fiebre lleva a la Convicción al extremo de temperatura emocional opuesto, donde la exageración transforma este valor en Necedad, lo que hace que la persona sea intransigente al momento de defender sus ideas, sin motivo alguno aparente, dañando o lastimando a las opiniones diferentes u opuestas a la suya.
 
Ambos extremos de la Convicción nos llevan a serios conflictos en nuestra vida, los cuales pueden afrontarse y corregirse, cuando, en el medio del extremo y el valor equilibrado, realizamos acciones que eleven o desciendan la temperatura emocional, según sea el caso requerido.
Entonces, la persona `necia´ requiere aplicar acciones que establezcan valores como Tolerancia, traducidos en aprender a escuchar o a establecer debates justos.
La persona `dubitativa´, por el contrario, requiere esforzarse en temas relacionados con el Liderazgo, emprendiendo acciones como expresar sus pensamientos y aprender a compartirlos con un equipo de trabajo adecuado.
 
Cada uno de nosotros poseemos determinados termómetros emocionales que definen el grado de Equilibrio o Desequilibrio que vivimos. Aprender a identificar nuestras áreas en fiebre o en hipotermia, nos permitirá trabajar en acciones que nos lleven hacia la toma de Consciencia y el mejoramiento de nuestro pensamiento, comportamiento y anhelo personal.

Y tú, ¿puedes compartirnos valores que tengas en fiebre o en hipotermia?
 
Imagen tomada del sitio:
https://www.ortopediamimas.com/blog-de-ortopedia/consejos-elegir-termometros-digitales-infrarrojos/

Escucho:
Song for someone | U2