Bury the spiritual hatchet.
Escuchar el último álbum de estudio de The Cranberries no fue sencillo. Los acordes iniciales del primer track: `All over now´, me hacían detener el disco y derramar un par de lágrimas. Las primeras puestas en el estéreo provocaron esta reacción en mí.No era capaz de asimilar la presencia de este álbum en mi vida. Más bien, el Vacío percibido por la ausencia de Dolores O´Riordan.
Me hice fanático de la propuesta de la banda, tras escuchar, a finales de la década de los noventa, esa extraordinaria colección de melodías, reunidas bajo el concepto de Bury the Hatchet, que le dieron dirección y brillo a mi vida por aquel entonces.
La guitarra ruda, y la voz potente de la agrupación, me brindó la Valentía suficiente para determinar el rumbo de mi camino, no solo musicalmente hablando, sino en relación a mi enfoque creativo-creador.
La versión `completa´ de las sesiones que dieron pie al álbum, fue uno de los más importantes cd´s en mi colección, y lo es hasta el día de hoy.
Pero no…
No era capaz de enfrentarme al último álbum de The Cranberries.
En un intento desesperado de prosperar en mi auto asignación, brinqué el track primero, y fui directamente al segundo. Me arrepentí al instante. Detuve y quité el cd de nueva cuenta. Una melancolía exageradamente infinita, arremetía contra mi pecho, y cortaba mi respiración.
No era capaz de escuchar este álbum…
Me di entonces un par de noches en Silencio.
Me dediqué a realizar mis actividades de Meditación, como siempre, sin Música de fondo.
El primer par de horas fue terrible, pero sólo así comencé a cultivar la necesidad de escuchar algo que alimentara mi sed de Reflexión.
Para la noche cuarta, no sólo el ayuno musical me había tranquilizado y puesto ansioso al mismo tiempo. Había leído un poco acerca del proceso creativo que los restantes miembros de la banda habían cuidadosamente seguido, para unir las piezas y gestar este álbum, como un respetuoso homenaje a la líder de la agrupación.
Y fue que lo comprendí. Y lo decidí.
Coloqué el cd de nueva cuenta en el estéreo, cerré los ojos, y escuché, no con los oídos, sino directo con el corazón.
Y la Magia hizo el milagro.
La voz de Dolores O´Riordan entró de lleno en mi ser. No la escuché, más bien dejé que vibrara en mi espíritu, y cesé de experimentar con la Razón, y de visualizar la Ausencia.
El espíritu de Dolores, presente en su hermosa lírica, Composición y voz, consiguieron que viviera este álbum desde aquello que no puede ser visto, u oído. No importaba la Ausencia, o la Presencia, ya que pude tocar con el alma el Legado, el brillo de la Luz que es más grande que una persona, pero que la redefine cuando ésta se ha marchado.
Dolores jamás se fue, estaba presente ahí mismo, cantando junto a los miembros de la banda, y se despedía de una manera bella, extraordinaria, única.
Cuando llegué al track `Catch me if you can´, comprendí la irónica broma de Dolores, dibujada al Óleo en el lienzo del Destino: por fin yo era capaz de atrapar la Belleza de la Eternidad de su alma.
Sonreí, con lágrimas de Alegría en los ojos.
Lo había conseguido, había trascendido el último álbum de The Cranberries.
Escucho:
Catch me if you can | The Cranberries.
Imagen tomada de la liga: