Hace unos minutos concluí una
charla virtual con un amigo,
relacionado con un tema de investigación en Arquitectura.
Hace cinco años ya que abandoné
el contexto académico dentro de la Arquitectura,
además de actividades profesionales relacionadas.
He compartido en otras notas las
razones que me llevaron a tomar la decisión de abandonar mi vida como
arquitecto.
Me tomó tiempo reencontrar mi
camino, y hallar la Dirección marcada
por mi espíritu, además de
identificar mi Misión de Vida, mi
personal Vocación.
Siempre la conocí, pero ahora sé
que no tuve el valor de seguirla, hasta que la Enfermedad me obligó a transitar el camino hasta llegar a ella.
Los últimos años me he dedicado a
ayudar a las personas en sus procesos de Sanación,
compartiendo mi propia experiencia afrontando la Enfermedad.
Fue hasta hace unas semanas que
regresé al ámbito académico, a escala personal, impartiendo un curso de tópico espiritual. Hacía cerca de tres años que
había dejado atrás esta actividad.
Lo que me hizo tomar la decisión
de volver al aula para compartir mi experiencia, fue una carta que recibí por
correo electrónico, días atrás, con la palabra Shalom en el título.
Fue una larga carta que me hizo
reflexionar, que me sacudió, por la naturaleza de lo ahí expuesto.
Y es que un año después de dar
por terminada mi actividad arquitectónica, comencé a indagar y profundizar en
disciplinas y tópicos espirituales, desde diversas perspectivas y culturas. Me
acerqué a la idea de una estructura conceptual única, que integrara a todas las concepciones cosmogónicas e ideológicas,
relacionadas con los arquetipos que
el ser humano ha creado a lo largo de los siglos para explicar su origen y el
proceso de Toma de Consciencia o Iluminación.
Tras años de investigación,
llegué a un punto muerto, y cesé acción en ese sentido. Me enfoqué de lleno a
la Terapia.
La carta que arribó, me habló exactamente de los mismos tópicos que
llevaba años investigando, y abrió mi panorama, indicándome la Dirección que podría tomar para integrar
las variables perdidas.
Es así que he puesto manos a la
obra –de nuevo–, y he retomado mi investigación, donde la dejé meses atrás.
Estoy emocionado al respecto, y
temeroso por lo que pueda encontrar. Sin embargo, muchas piezas han sido
puestas en su lugar, y tengo la Certeza
de que la respuesta, la Meta, está
cerca.
Los diagramas respectivos ya han
sido trazados. Ahora voy por las herramientas que los activen, y me lleven a la
Comprensión total de todas las
preguntas que han dado vueltas en mi cabeza desde hace cinco años.
Gracias a quien escribió la carta
que me hizo volver al Camino.
Eternamente agradecido, porque
soy consciente del aporte que me corresponde hacer, en los procesos de Toma de Consciencia.
Haré mi parte, dando mi mejor
esfuerzo.
Escucho:
Bottom of your soul | Toto