`Aprendiendo sobre los ciclos conflictivos,
y sus mecanismos de acción´.
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La vibración de la energía de las
personas puede percibirse en los grupos de trabajo. La frecuencia energética
del grupo oscila en dirección de la intención social o grupal. Los talleres
centrados en temas de bienestar, permiten establecer intenciones relacionadas
con propósitos benéficos, como crear hábitos saludables, romper ciclos de
abuso, establecer parámetros mentales positivos, aprender ejercicios base de
para la meditación, entre otros…
El reciente taller nos enseñó a
ser conscientes de la energía que se expresa en nosotros, en nuestras acciones,
pensamientos y circunstancias personales, y cómo esta energía viaja del
interior al exterior, pudiendo ser percibida por otras personas, de forma no
intencional o inconsciente, llegando incluso a influir en las personas o el
entorno inmediato.
Esta carga energética define y
construye nuestras realidades, comenzando por pensamientos y emociones incorrectamente
canalizadas. La respiración, como lo establecen muchas disciplinas relacionadas
con la Salud y el Bienestar,
es la piedra angular del logro del Equilibrio.
Impresiona identificar claramente
los patrones que hemos creado en nuestras vidas. Estos ciclos se construyen
paulatinamente a través de decisiones, acciones e intenciones sobre las que no
ponemos atención, y que se realizan sin consciencia plena.
El tema de los conflictos cíclicos
–como dijo una de las participantes
del taller– es atractivo porque
todos hemos tenido en algún momento un problema o situación qué enfrentar, sin
haberlo resuelto del todo.
Al no trascenderlo, el conflicto
completa un ciclo en nuestras vida, y vuelve a presentarse, con mayor
intensidad y complejidad. En ocasiones estos conflictos germinan y sobrepasan
la existencia de una persona, atravesando a toda una generación o generaciones
familiares, cuando el conflicto ha alcanzado magnitudes y complejidades que no
pueden ser desmanteladas por un solo miembro de la familia.
Aprender a identificar estos
ciclos es indispensable. He sido testigo de situaciones y conflictos de diversa
naturaleza e índole, que derivan en abandonos familiares, violencia intra familiar, deterioro de salud, o
bien, pérdida del funcionamiento o atrofio de órganos, hasta conflictos que
parecen atacar a familias enteras.
Entender que los conflictos
poseen un origen, y pueden ser interceptados, detenidos, y trascendidos, es una
herramienta que mejora considerablemente nuestro bienestar humano.
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