`Para enfrentar un conflicto,
primero debes aceptarlo,
para comprenderlo,
y ser capaz de equilibrarlo´.
Los ‘Equilibrantes´ es un
concepto utilizado dentro de la terapia que ofrecemos, que bien podría ser
llamado por muchos, “los opuestos”. Sin embargo, van más allá de ser elementos
contrarios u opuestos a una variable dada.
Cuando realizamos el ejercicio
donde analizamos las consecuencias de nuestras decisiones, que generan los
conflictos que vivimos en un momento determinado, encontramos que cada emoción,
sentimiento o valor que motiva el
conflicto, posee un equilibrante, es
decir, un elemento que es capaz de desmantelar la percepción alterada del valor
específico.
Estamos acostumbrados a pensar
que el valor opuesto del Amor es el Odio. O bien, el concepto contrario de
la Vida es la Muerte.
El equilibrante es un concepto que va más allá de ser una variable opuesta,
ya que depende de las circunstancias del contexto de cada persona.
Al aplicar como base del
ejercicio La Rueda de la Medicina,
automáticamente accedemos a una perspectiva más amplia y profunda, donde, a
través de nuestra ubicación física en
el ciclo o patrón respectivo, podemos comprender en qué parte de nuestra
trayectoria hemos desvirtuado nuestra
Misión o Plan de Vida, o qué elemento equilibrante podemos utilizar para
corregir las consecuencias de las decisiones tomadas, a través de una Intención clara y consciente.
El ejercicio muestra correlaciones
entre distintos valores, que siempre vale la pena comprender, para acceder a la
verdadera Sanación.
El Amor depende de las experiencias, vivencias y circunstancias. Los
conflictos donde el Amor ha sido
desvirtuado o desequilibrado, tienen múltiples causas, y, al igual que en las
enfermedades, deben buscarse orígenes y elementos en el contexto que permitan
una correcta identificación del mecanismo que dio origen a la situación
problemática.
De esta manera, el Amor puede
tener como elemento equilibrante al Abandono,
cuando se experimenta “ausencia” o falta de atención con respecto a las
personas que se hicieron cargo de nosotros en alguna fase de nuestro
crecimiento o desarrollo. Si se pone atención, no hablamos de Rencor ni mucho menos Odio, sino una emoción de sentirse
desplazado o ignorado, que igualmente generará a la larga desequilibrios que
pueden desembocar en alteraciones en nuestra percepción mental de la realidad o incluso, enfermedad dentro de nuestras
funciones corporales.
Las acciones también son
susceptibles a tener elementos equilibrantes. Elegir es una de las acciones claves en la terapia, y uno de sus
equilibrantes es `omitir´. Cuando dejamos que las circunstancias definan parte
de nuestras vidas, lo que estamos haciendo es dejar que el equilibrante de Decisión actúe por nosotros. Nos
referimos a la Omisión. Son
muchísimos los conflictos generados por aquellas decisiones que no hemos
tomado, y que finalmente, crean desequilibrio en prácticamente todas nuestras Áreas de Vida.
Algo similar sucede con la
acción de Desear, cuyo equilibrante –entre muchos otros– es Ignorar, con
resultados similares a los anteriormente descritos.
En casos específicos, emociones
universales como la Culpa, son elementos
equilibrantes de la Responsabilidad –por
brindar un ejemplo–, dadas las
circunstancias únicas y personales de cada individuo. Cabe mencionar que los
equilibrantes no son elementos `buenos´ o `malos´. Evitamos esta connotación,
porque simplemente forman parte del proceso de Equilibrio. Generan desequilibrios o conflictos, cuando han sido
aplicados o vividos sin consciencia plena.
Así, por ejemplo, si hablamos
del proceso de Comunicación, las
personas suelen decir que su equilibrante es la Incomunicación o el Silencio.
Y tienen razón, pero dependiendo del contexto de cada persona, pueden
identificarse equilibrantes igual de válidos, como la Inseguridad o el Egoísmo,
dependiendo del contexto personal y el Área
de Vida donde se ha ubicado el conflicto o desequilibrio. La Intención de la persona –o la ausencia de ella– es clave para que la génesis del
conflicto tenga lugar y cause estragos en nuestras vidas.
El concepto de Equilibrante es una herramienta útil,
práctica y veraz, al momento de comprender eventos conflictivos que nos han
dañado mental, corporal o incluso, espiritualmente,
y nos ayudan a regresar la claridad a nuestra visión y perspectiva de la
realidad, cuando los conflictos parecen estar destruyendo nuestras vidas.
Imagen utilizada en esta nota, tomada de la liga:
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