Al igual que el hecho de extrañarte.
Morir no siempre significa perder la Vida.
En ocasiones, la Muerte
significa un adiós, infranqueable.
Por decisión propia, no sólo porque el Aliento ha abandonado
nuestros cuerpos.
Y aquí estoy…
Escribiéndote.
Escribiéndoles.
A todos aquellos que ya no están.
Que se han marchado para no volver.
Aprovecho la fecha –días
hermosos éstos– para escribir.
Para expresar el Dolor
que llevo dentro.
Tantas han sido las despedidas, que mi corazón se encuentra
herido, triste, agonizante.
Extraño tus palabras, tus abrazos.
Las charlas, las sonrisas.
Tu mirada.
Extraño el calor humano que compartías.
Las imágenes a través de las narraciones, tus historias,
tantas pláticas.
Extraño el Porvenir que jamás podrá ser, y el Presente que
fue cuando estuviste.
A todos los que se han marchado, acomodan estas palabras.
Porque cada uno fue parte de la Vida, la Existencia, del
Sufrimiento de aprender cómo sobrellevar lo que somos, comprendiendo que
siempre necesitaremos una charla. Y Guía.
Extraño los atardeceres, las caminatas.
Los viajes, tanto físicos, como imaginados.
Y los vivenciales, en medio de las circunstancias
cotidianas.
Porque la Vida es aquello que acontece en compañía, de toda
persona que amas.
Y también de los animales que tocaron con su ser, tu
corazón, y tu alma.
A todos ustedes los extraño.
Este día, estas fechas, esta parte de final de cada año, los
extraño.
Será quizá la Melancolía
de lo vivido, de lo atesorado en lo más profundo de mi mente.
Del corazón.
Los recuerdos.
Las promesas.
Las lágrimas.
Las risas.
Lo compartido.
Los textos, producto de la inspiración, de la interacción humana.
Dejé de escribir mucho tiempo.
Necesitaba llorar el Dolor.
Transmutar el Sufrimiento.
Y encontrar una razón para volver.
Sin embargo, extrañarlos fue siempre una constante.
No importa si lo hice en público, o en la Intimidad de lo
privado.
Aprovecho estas fechas para expresar estas emociones, no
reprimidas, más bien simplemente guardadas.
Celosamente.
Hasta hoy.
Hasta que no pude más.
Hasta que las palabras traspasaron el límite de mi ser, y
brotaron en formas e imágenes narradas, en medio del Dolor, del Temor de
confirmar lo que antes era `inconfirmable´: que
soy vulnerable.
Tras un pequeño logro, diminuta Victoria –en medio de estas fechas, que fueron la
perfecta excusa– es que vuelvo al
papel y al lápiz, para plasmar lo que siento dentro.
Que –pase lo que
pase, y lo que haya estado pasando– simplemente,
los extraño…
Escucho:
Chicago | Sufjan
Stevens
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