Algún día, yo también deseé morir

En un momento de mi Vida, también deseé morir.

Es muy común que el mundo en el que vivimos, se valoren y se perpetúen cualidades relacionadas directamente con la Riqueza y el Bienestar físico.
 
Todas las cualidades y valores humanos que no se centren en la Expansión de la Abundancia física o económica, no tienen sentido.
 
Es entonces que experimentamos Frustración, una especie de Incapacidad y nos sentimos anulados dentro de los contextos que habitamos, porque simplemente no nos creemos capaces de manifestar aquello que se exige de nosotros.
 
Desde profesiones 'realistas', relaciones de pareja o matrimonios 'perfectos', o trabajos 'soñados', humillamos nuestras cualidades humanas más profundas, para centrarnos en aquellas que son superficiales, pero capaces de generar Riqueza material.
Sí.
Yo también deseé morir cuando no pude cumplir todas esas expectativas.
 
Después de un proceso de Sufrimiento y largo Aprendizaje, ahora vivo en mi Centro, anclado en el Presente, y con la Convicción de que ocupo un lugar fundamental -como todos- en esta experiencia de Vida llamada Humanidad, gracias a mis cualidades más profundas, que para muchos no tienen Valor, pero que me han salvado la Vida, y le han brindado Dirección a mi Existencia.

No tengo más que palabras de Agradecimiento por todo ello.

Ser vulnerables no es Debilidad

Al salir a caminar con mi perro, acompañado de mi hermana y su mascota, y quedarme súbitamente atrás por un imprevisto, me hizo recordar la sensación que conocí años atrás, cuando enfermé, al perder la Fuerza corporal, y quedarme sin aliento al intentar apresurar el paso o buscar ayuda o apoyo.
 
No fue sino hasta este momento, al quedarme solo, y no ser escuchado al solicitar Ayuda, que racionalicé la sensación, y la Frustración experimentada. Me había ocurrido antes. Mi cuerpo se agota por mis condiciones inmunes, mi respiración se corta de repente. Y la emoción, clara como el Agua: sentirme vulnerable.
 
Es una emoción que descubrí recién, a pesar de haberla sentido a lo largo de los años. ¿Cuántas emociones acontecen dentro de nosotros, que no sabemos que tienen lugar, pero que afectan nuestras vidas de maneras importantes?
 
La Vulnerabilidad es una de las emociones que –considero– nos hace humanos.
La gran mayoría de las personas son incapaces de sentir Empatía por las sensaciones que la Vulnerabilidad representa.
Somos indiferentes a las impresiones y sentimientos de otras personas. No podemos identificar, o siquiera comprender cuándo y por qué los seres humanos nos sentimos débiles con respecto a las circunstancias que nos rodean.
Peor aún, existe quienes buscan provocar estos estados, para aprovecharse de las personas, sometiéndolas.
En la gran mayoría de los casos no se trata sino de una peculiar perspectiva, pero las razones del por qué de esta Percepción de la Realidad por parte de la persona que se siente vulnerable, son suficientes para poner Atención en las sensaciones que se ligan a ella.
¿Qué existe en su historial de Vida que le ha llevado a sentirse de esa manera?
 
Comprendo también que la gran mayoría de nosotros huimos de esta emoción. Corremos y dejamos atrás toda circunstancia que nos sobrepasa, o que sabemos que no podremos enfrentar, ignorando o abandonando variables que podrían hacernos sentir débiles, incapaces o vulnerables.
Y está bien, es parte de la vida humana.
 
Sin embargo, considero importante tomarnos el Tiempo para atender circunstancias personales e individuales que solemos ignorar, como el Dolor frente a la Pérdida de un ser querido, la Frustración sentida tras la incapacidad cualquiera a la que una Enfermedad nos lleva, o cualquier experiencia –por minúscula que ésta sea– que nos haga sentir que una de nuestras cualidades o capacidades es sobrepasada en sentido alguno.
 
Sentirse vulnerable es una experiencia necesaria.
Confrontar retos, obstáculos o –incluso– miedos, es parte del proceso de Resiliencia, de aprender a conectar con nuestra propia capacidad de Recuperación de Confianza. La Vulnerabilidad es un camino para ejercitar nuestro músculo espiritual, y hallar Fortaleza o Fe para sobreponernos a las adversidades.
 
Desde luego es un proceso que no se debería vivir en Soledad.
Las amistades, la Familia, la pareja, o incluso un animal de compañía, han demostrado ser elementos de Apoyo indispensables para experimentar y profundizar el concepto de Vulnerabilidad.
Se trata de crear tu propia Red de Apoyo.
Si estás enfermo, deprimido, posees alguna discapacidad –momentánea o permanente–, si has perdido algo o a alguien amado.
No hablamos de Codependencia, más bien de contar con un camino de Expresión o Manifestación libre y en Confianza, de las emociones que nuestra Vulnerabilidad representa.
Poder compartir estas emociones, y sentirnos apoyados en ellas, es la manera sana y correcta de afrontar una de las características esenciales del ser humano.
Ser vulnerables no es Debilidad.
 
Las personas que se han sentido vulnerables, y han podido transitar y sobreponerse a este camino, se convierten en seres humanos humildes, empáticos, y compasivos, que hablan de maneras claras el lenguaje de las emociones, ayudando a otros a reencontrar el Camino hacia el Sentido de la Vida.
 
No encontraremos esa Intención en instituciones sociales, educativas o gubernamentales –desgraciadamente–. Trabajé quince años en esos ámbitos, y jamás vislumbré atisbo de preocupación por enfrentar esta situación. Se trata de una actitud y manera de ver la Vida que debe ser identificada y desarrollada desde ámbitos personales o grupales: Familia y contextos humanos personales.
 
Finalmente, la Vulnerabilidad es una parte humana y social que, actualmente, busca ser ocultada, minimizada o desvalorizada.
Aprender a enfrentar sus pormenores, nos ayudará a convertirnos en personas y sociedades más conscientes de nuestros propios ámbitos humanos y emocionales.
 
Si te has sentido –o te sientes– vulnerable–, busca Apoyo, Guía y consejo en personas o ambientes que puedan ayudarte a encontrar la Fortaleza y Confianza para continuar adelante.
Siempre habrá personas dispuestas a brindarte una mano solidaria a este respecto.

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Fotografía por: J. E. Franco

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