sábado, 23 de mayo de 2015

Equilibrio entre lo físico y lo metafísico

`Panorámicas que se comparten´.


Ayer, en medio de la cotidianidad, tuve la oportunidad de vivir una experiencia indescriptible.
Muchas veces me pregunté cómo sería posible integrar la actividad cotidiana con la metafísica. Estamos acostumbrados a separar los diferentes planos de existencia, y a concebir cada acción, física y metafísica, como entes separados e irreconciliables.
Los últimos meses se presentan como un medio de cambio a nivel global, donde las circunstancias obligarán a las personas a acercarse a sus planos espirituales, por medio de experiencias de diversa naturaleza, lo que incluye retos, desastres, accidentes y eventos catastróficos individuales, grupales o sociales, o pérdidas en diversos grados y niveles. Esos cambios incluyen de igual manera desarrollo de habilidades y mayor sensibilidad a experiencias metafísicas y espirituales, las cuales no somos capaces de identificar y vivir, por encontrarnos inmersos en el plano físico, y las distracciones planteadas por nuestros actuales estilos de vida.
En lo personal, estoy aprendiendo a compaginar la actividad cotidiana con los dones y habilidades metafísicos. Hace meses me pregunté el por qué de las circunstancias laborales personales, y cómo podría mantener la labor metafísica en medio de la presión y la tensión laboral.
Ayer, en una sesión metafísica imprevista, comprendimos muchas cosas y variables de las que no habíamos hallado respuestas, aún.
La conexión energética que aprendemos a canalizar incluye panorámicas y visiones inmersas en la vida y cotidianidad de las personas que atendemos, a través de la materialización e interpretación de los recuerdos o pensamientos que nos obsequian. Gracias a ello, pude observar fragmentos de imágenes de un sitio natural, alejado de la ciudad, hermoso por completo, que jamás había visto y que no sabía que existiera siquiera.
La panorámica me arrancó una grata sonrisa, y me inspiró a concluir el día con actitud abierta y decidida.
Cada día aprendemos algo nuevo. A cada momento nos esforzamos por no dudar, por no criticar, o separar lo que se tiene.
Todo, absolutamente todo posee una conexión invisible, una verdadera razón de ser.

Escucho:
Lullaby / Dixie Chicks

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