sábado, 23 de mayo de 2015

Las relaciones personales que definimos...

`Las relaciones personales
en nuestras vidas´.


Platicaba con un amigo hace un par de días, uno de los pocos que me enseñó a permanecer cerca de Dios. Por estos días, mi amigo y yo hemos estado lejos, a pesar de vernos cada semana y tener la oportunidad de platicar.
He aprendido con el paso del Tiempo, que las relaciones que establecemos con las personas no son eternas, y poseen un lapso de duración, no importa si nos hallamos cerca, lejos, o si nos frecuentamos o vemos incluso diario.
Irónicamente, mientras reflexionaba en torno a ello, un mensaje de un amigo más arribó a mí. Una relación que concluyó de manera violenta, y que desencadenó en un cierre doloroso de un ciclo comenzado años atrás. Los meses sucedieron, y el mensaje llega tras un periodo lento de asimilación y recuperación.
Comprendí que las relaciones que establecemos generan intercambios energéticos, lo que las personas llaman Karma, energía que define nuestras circunstancias con respecto a las personas con quienes nos relacionamos. Estas situaciones y frecuencias energéticas generan lecciones de las cuales podemos [y debemos] aprender, y que establecen las futuras direcciones que tomará nuestra vida, convertidas en posibles potencialidades de crecer, madurar, y acceder a la plenitud.
La segunda de las relaciones referenciada en esta nota, fue una asignación que tomé por indicaciones de los guardianes, quienes me explicaron brevemente que dicha relación traería consigo un cúmulo de experiencias difíciles jamás vividas antes, y cuyo dolor me dejaría una enorme lección. No estando de acuerdo con la asignación, la acepté. No me imaginé lo que viviría después.
No se equivocaron. El dolor fue grande, y el reto a superar nos exigió más de lo que podíamos esperar, u ofrecer.

En la última de las sesiones que tuvimos con una persona, tocamos la pérdida, por Muerte, de un amigo, de una persona cercana.
La lección que esta serie de experiencias que relato ahora, me remite a comprender que somos piezas pequeñas en inmensos rompecabezas, incapaces de mirar o comprender el papel que jugamos de manera integral en el conjunto.
A veces, las relaciones deben terminar, y respetarlas como simples recuerdos o experiencias en las que dejamos una parte de nuestras vidas, por muy doloroso o alegre que esto haya sido para nosotros.
El Karma generado en las relaciones personales establecidas, es una carga energética que marca nuestros Destinos, y que representan caminos comprendidos y superados a los que no se puede acceder de nueva cuenta, por respeto a la vida acontecida que se ha convertido ya en parte de lo que llamamos `Vida pasada´. Una de las Leyes del Universo dicta ser capaces de dejar ir aquello que ha sido, y no aferrarse a lo vivido. Lo acontecido, y el conjunto de situaciones y experiencias acumulado, superan a los miembros de la relación, en el sentido de que simbolizan una porción del Pasado que no puede ser modificado. A pesar de que ciertos procesos metafísicos permiten acceder al Pasado, y alterarlo de manera positiva y constructiva para el logro del Bienestar humano, las relaciones complejas que han generado dolor, se convierten en porciones de nosotros que son inestables metafísicamente, y que no deben ser tocadas de nueva cuenta, ya que no somos capaces de manipularlas, por el grado, naturaleza y cantidad de energía que contienen.
Como seres humanos, solemos aferrarnos a las cosas que hemos vivido, o tenido. Esto sólo nos causará dolor, en el sentido de no respetar y cumplir la Ley Universal descrita antes, objetivo primordial para acceder al desarrollo de nuestro espíritu.

Escucho:
Heavy / Collective Soul

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