lunes, 23 de mayo de 2016

El ciclo Maestro-Aprendiz

`La guía, dentro del Aprendizaje, es perpetua´.


Desde siempre, las reglas sociales han establecido, a través de la Ética y la Estética, lo que la conducta, y los parámetros de Belleza, además de los valores humanos, deben esperarse en las comunidades o agrupaciones que establecemos como pueblos y civilizaciones.
Con estos valores en mente, crecemos, siendo inculcados con principios familiares, sociales y culturales, que inconscientemente definen nuestros objetivos y metas a futuro: a corto, mediano, y largo plazo.
Las metas físicas, económicas y materiales se convierten así en prioridades en nuestras listas de metas en la Vida. Sin pensarlo demasiado, cumplimos las reglas sociales, porque son códigos de conducta avalados por los grupos en los cuales nos desarrollamos, y que garantizan logros como estabilidad o éxito.
Las metas y logros de índole espiritual representan por ende fracaso o pérdida de tiempo. Una carrera que represente remuneración económica por aplicación de conocimientos técnicos o tecnológicos, es la mejor manera de garantizar la solvencia económica que conlleva la responsabilidad de bienes materiales y familia a la cual mantener segura y protegida. La mayoría de las veces, poco importa la calidad de las relaciones humanas establecidas, o los conflictos o problemáticas halladas en nuestras nacientes familias.
Hace once años, cuando comenzaba a impartir cátedra profesional enfocada a mi carrera, me percaté que, aunada a la preparación técnica exigida por los campos varios de trabajo, era necesaria una preparación de índole personal. La Educación en todos sus alcances, orígenes y niveles nos prepara para afrontar los retos materiales, pero rara vez nos confronta con retos de índole introspectiva o espiritual. Tras catorce años de experiencia académica y docente, he visto cómo sólo durante los tres últimos años, es cuando se han involucrado plataformas psicológicas  a nivel licenciatura, para satisfacer necesidades no disciplinares o técnicas, de los estudiantes en general.
La labor que he desarrollado durante diez años me ha permitido compartir y aplicar principios centrados en la personalización y potencialización individual en los estudiantes y personas en general, con el objetivo de realizar procesos de auto descubrimiento y auto conocimiento, que les lleven a identificar sus cualidades y aspectos conductuales, que puedan enriquecer su labor como profesionistas, sin olvidarse jamás de la base que los define como seres humanos únicos y originales. Finalmente, los conflictos profesionales y triviales tienen orígenes más profundos, causas personales y humanas que jamás nos enseñan a identificar, afrontar, comprender, y mucho menos, resolver.
Mi bisabuela quien me legara la esencia de sus habilidades y dones espirituales me introdujo al compartir sus cualidades, en el principio de la enseñanza a través de la relación maestro-alumno. Ha sido sumamente complicado entender y mantener activa este tipo de enseñanza, que me ha mostrado que como todo método de enseñanza-aprendizaje tiene fases y niveles. He aprendido de ello, y aún cuando considero que he concluido ciclos de enseñanza que han durado años o décadas, el aprendizaje con este sistema ancestral no concluye jamás. La experiencia ha permitido consolidar principios universales aprendidos a través de los años, y conlleva una responsabilidad que siendo discípulo o maestro obliga al desarrollo de una consciencia profunda, mayor.

Imagen tomada de la liga:

Escucho:
Snow in Vegas / David Gray
Drink in my hand / Eric Church
Loving the alien / David Bowie

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