martes, 9 de enero de 2018

Interacciones

`En ocasiones, las respuestas deben buscarse 
en el interior de las circunstancias´.


La Sanación se basa en un triángulo interactivo, que involucra tres partes o elementos: mente, cuerpo y espíritu. Comprender lo que nos sucede en nuestras vidas en un determinado momento, tiene que ver con el análisis de las tres variables. Estamos acostumbrados a centrarnos en sólo una de ellas, máximo en dos, y afrontamos el conflicto desde la Medicina, la Psicología, la Religión, o disciplinas afines a la naturaleza del problema que sufrimos.

He escrito en algunas notas en torno a mi propio caso. Una afección autoinmune, que deriva en su desarrollo en una enfermedad crónico degenerativa. Su diagnóstico cambió por completo mi vida, y mi perspectiva en torno a ella.
Como es obvio, afronté el conflicto desde el punto de vista exclusivamente médico, para encontrar una cura o un tratamiento, además de hallar una explicación del por qué de este proceso degenerativo en mi cuerpo. Una vez curada la afección, no deseaba que se repitiera. Es un hábito que he desarrollado comprender cómo opera el mecanismo de cualquier reloj, que hasta ahora me había funcionado sin problemas.
Me sorprendió la cantidad de casos, de afecciones o circunstancias de Salud para las cuales la Medicina no posee explicación. Las afecciones autoinmunes son una de estas etiquetas.
Me ha tomado cerca de once meses retroalimentar el análisis y la comprensión de mi propio caso. Gracias a personas queridas, cercanas a mí y a mi familia, senté las bases para un estudio personal más amplio, integrando (además de los campos mencionados antes) variables como la Descodificación, la Metamedicina, los procesos energéticos, y las variables espirituales, que incluyen guías y principios de Luz, Divinidad y Consciencia.

La Salud y el Bienestar de nuestro ser dependen de la interacción de los tres elementos escritos al inicio de esta nota: mente, cuerpo y espíritu. Una desequilibrada interacción entre ellos puede generar conflictos o circunstancias de Salud que derivarán en afecciones o enfermedades del cuerpo o de la mente. La premisa siempre ha sido tratar las afecciones con ayuda de la Medicina, y apoyar este tratamiento con una toma de responsabilidad personal hacia nuestras decisiones, contexto y nuestro ser integral. Estamos acostumbrados a responsabilizar al ambiente externo de nuestra pérdida de Salud. Y es natural hacerlo, sin embargo, nuestro cuidado, Intención, decisiones y perspectiva, depende únicamente de nosotros, y permitir que una enfermedad merme nuestro bienestar, no es algo grato, o lógico. Lo aprendí cuando el diagnóstico que recibí fue de una afección autoinmune para la que no existe explicación, prevención, tratamiento o curación, médicamente hablando.
En este caso, no puedo responsabilizar a la Medicina de la pérdida de mi Salud, o peor aún, de mi propia Muerte, sólo porque la Ciencia médica no ha encontrado aún una explicación y una opción para ayudarme. Sería altamente frustrante y un proceso de rabia, ira y culpa que personalmente no deseo cultivar.
Mi perspectiva de vida se transformó radicalmente también, obligándome a comprender a golpes la lección implícita, después de visitar y compartir mi caso con más de diez especialistas médicos (incluido el considerado mejor especialista en mi país, en el ramo): la responsabilidad de nuestra condición y Bienestar depende de nosotros mismos. Todo lo demás es mero apoyo para mantener dicho Bienestar, y en algunos casos, esos apoyos como todo fallarán. Puedes culpar a los médicos, a la Medicina, a la Vida o a Dios, o puedes pasar la página, y continuar por tus propios medios.
Aprendí que puedo perder el tiempo echando la culpa, discutiendo, o buscando respuestas donde sé que (aún) no las hay. Me refiero a elementos externos.
Personalmente no deseaba perder el tiempo, cuando el cuerpo me ha puesto fechas límite, y la Vida, de repente, se encontraba comprometida.
Entonces miré hacia el único lugar que quedaba por mirar: hacia el interior. Si el elemento externo no puede ofrecer una opción de resolución, entonces debo generarla por mí mismo.
Esta premisa significó detener mi existencia y realizar transformaciones que jamás consideré antes, ni siquiera en los peores sueños, en las más increíbles condiciones imaginadas.
Renunciar a un trabajo estable, exitoso y pleno, comenzar a considerar el desarrollo corporal como una opción sólida y válida (y el primer eslabón de una recuperación), un trabajo de descodificación mental profundo no realizado antes, para conectar, asimilar y trascender eventos acaecidos a lo largo de mi vida, y la comprensión energética de mi existir, realizando estas actividades en tiempo completo.
Detener mi existencia (más no mi vida), y comprender paso a paso el mecanismo que le otorga movimiento.

A cerca de un año de haber experimentado la última crisis de Salud, además de la emocional tras la realidad médica, es así que la concentración, la Intención se han deslizado hacia la responsabilidad personal y única. Nadie tiene la culpa de mi situación: soy responsable de lo que suceda conmigo.

Hemos comenzado a compartir los resultados, los mecanismos de las herramientas diseñadas, las experiencias y el conocimiento base utilizado para la comprensión de mi caso, de otros casos, a través de sesiones de terapia, trabajo energético personalizado, y talleres. Este año, tan solo, diseñaré íntegramente diez talleres para abordar las bases de esta primera fase, donde he estabilizado en poco más de once meses mi condición mental-emocional, logrado que el cuerpo se reponga en condición física y resistencia (eliminando los cuadros de enfermedad recurrentes por infecciones o fallas de órganos, además de desequilibrios mentales, como ansiedad y depresión), y aún trabajamos energéticamente para identificar y orientar a la remisión las variables que originan la afección degenerativa. Me refiero a que `trabajamos´, porque cuento con la visión médica de mi hermana, médico con dos especialidades y una sub especialidad; mi madre, amoróloga  y experta en situaciones emocionales, y amigos y especialistas en diversos campos a quienes he consultado o quienes han despertado en mí interés en otras perspectivas y/o herramientas.

Hace unos días charlaba con un ex alumno, en una de mis primeras salidas tras meses de enclaustramiento auto impuesto, sólo para compartir el mismo mensaje que escribo en esta nota tras meses de Silencio y (aparente) inactividad: sean cuales sean las personales circunstancias que te aquejen y hagan tu vida miserable, la decisión de desistir y darte por vencido es exclusivamente personal e intransferible. Si no te responsabilizas de ello, de ti mismo, absolutamente nadie podrá ayudarte a recuperar tu condición de Bienestar. En este sentido, estás sólo contra el Mundo, pero habremos personas que podremos compartir contigo nuestra experiencia al respecto hasta el momento, y ayudarte a decidir y a continuar buscando las respuestas en la acción.

Imágenes tomadas de las respectivas ligas:
Triángulo en imagen:
Fondo de ilustración:

 Escucho:
Come home | Laid || James

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