viernes, 5 de enero de 2018

Adicciones y sus contrapartes

Redefiniendo las adicciones.


Uno de los conflictos comunes que padecemos como seres humanos son las adicciones. No nos referimos únicamente a las drogas, tabaco, alcohol o sexo, sino a cualquier actividad que deriva en una actitud persistente que daña nuestra salud, tanto mental como física. Las adicciones merecen una nota completa sobre su naturaleza y el vacío personal en nosotros que les otorgan cabida, sentido y existencia en nuestras vidas.

En esta nota hablaremos de una vez habiendo identificado nuestras personales adicciones cómo trabajar sobre `adicciones constructivas´, hábitos y actividades que nos procuran desarrollo y bienestar.
Lo primero que debemos entender es que toda adicción destructiva es un mecanismo de evasión de la realidad, cuya meta es dirigir nuestra atención y energía hacia el Pasado o el Futuro. Una persona con cualquier adicción, busca inconscientemente con ella, distraerse del Presente doloroso, y anclarse en culpa hacia personas o circunstancias pasadas, o bien, se siente amenazada y vencida por eventos o circunstancias futuras que le inspiran o provocan miedo.

Lo que llamamos adicciones constructivas, no son otra cosa que actividades conscientes, cuya meta es librarnos de la culpa (hacia elementos externos o a nosotros mismos) y del miedo al porvenir. Estas actividades se centran en el presente, y su principal meta es recordarnos la máxima de que somos responsables de nosotros mismos. Estas actitudes y hábitos sientan sus bases en actividades productivas y positivas, que pretenden ayudarnos a desarrollar cualidades o virtudes, que paulatinamente generan un círculo complejo de desarrollo personal, que se traduce en crecimiento personal y humano.

Las actitudes y hábitos las hemos catalogado en tres grupos:

1.Hábitos primordiales o prácticos. Su base se encuentra en actividades esenciales, pequeñas o insignificantes, tal vez, que se repiten en breves períodos de tiempo, dígase diariamente o cada tercer día, y que pretenden acostumbrar físicamente al cuerpo a nuevas rutinas y acciones que antes no se llevaban a cabo, y que imprimen la semilla de auto control y dominio sobre la mente y el cuerpo.

2.Hábitos consecuentes. Son actividades, derivadas del primer grupo, que permiten poner en práctica acciones o mostrar actitudes en ciertas circunstancias, ante las cuales antes vivíamos un problema o conflicto. Desarrollar estas actividades o actitudes, requiere haber logrado hábitos primordiales, el cuerpo se encuentra listo para afrontar retos más profundos que ciertas acciones repetitivas, y como las antiguas artes marciales de Oriente la persona mira reflejado el dominio del cuerpo, en cualidades mentales y psicológicas más profundas. Estos hábitos no se repiten diariamente como los primordiales, y no pueden planearse con facilidad. Se presentan en circunstancias no anticipadas, donde ponemos de manifiesto nuestras reacciones ante los conflictos que antes hacían presa de nosotros, y ante los cuales ahora reaccionamos de una manera estable, consciente y resolutiva.

3.Hábitos compuestos. Son actitudes que han derivado en valores o logros personales, que tiñen de profundidad y reflexión nuestras vidas. Su nombre hace referencia a que se desarrollan como interacción compleja entre los hábitos primordiales y los consecuentes, y arribar a ellos no es tarea fácil, llevan tiempo, meses o incluso años, y se encuentran en actividades a largo plazo que, si bien podemos planear e integrar a nuestra cotidianidad, su realización conlleva una serie de actividades y decisiones que escapan a nuestra comprensión o anticipación, por lo que sólo sabemos que, para cumplirlas, deberemos esforzarnos, perseverar, y confiar en los hábitos primordiales y consecuentes que hayamos desarrollado, además de haber comprendido y aplicado la máxima esencial, ya que nos hacemos responsables y conscientes de nuestras propias decisiones y acciones como personas.

EJEMPLO PRÁCTICO:
Una paciente, después de haber analizado su caso, identificado sus adicciones destructivas, y comprendido el trasfondo de ellas, realiza el siguiente esquema donde define las adicciones constructivas en las que comenzará a trabajar:

HÁBITOS PRIMORDIALES:
-Seguridad en sí mismo. Contrarresta las adicciones centradas en la Complacencia a las necesidades o requerimientos de las personas o circunstancias externas antes que a las de uno mismo, y a la Indecisión, o acción de dudar o no poder definir las metas y anhelos propios, dejándose influir por el ambiente exterior.
-Confianza en sí mismo. Busca anular la Inseguridad, o actitud persistente de experimentar miedo en relación a eventos o circunstancias futuras, que paralizan y consiguen inspirar incertidumbre.
-Acciones definidas:
-Cuidar su aspecto físico y apariencia.
a).Maquillarse y arreglarse para ir al trabajo.
b).Elegir vestimenta que resalte cualidades físicas de una manera seria y elegante.
c).Ejercicio (abdominales y ejercicio aeróbico) para fortalecer cuerpo y comenzar a tornearlo.
d).Lectura de libros y adquisición de conocimiento que aliente la valía personal.

HÁBITOS CONSECUENTES:
-Autoaceptación. Al comenzar acciones que enfatizan el cuidado del cuerpo, y tomar responsabilidad de él, ganando confianza y seguridad personal en lo que se hace, se desarrolla una actitud de aceptación y respeto hacia los demás y lo que ellos emprendan para su propio bienestar, lo que se traduce en una actitud de Tolerancia, que se manifestó en este caso particular  en un encuentro conflictivo entre miembros de la familia, donde la crítica fue desarmada y el autocontrol físico y mental se hizo presente. Por primera vez la paciente que retrata ejercicio, escuchó pacientemente los discursos, aceptó la actitud de los demás miembros de su familia, y consiguió llevar un diálogo constructivo y objetivo, libre de crítica.
-Acciones donde se manifiestan hábitos o actitudes:
-Discusiones personales, encuentros o charlas, donde antes existían diferencias que concluían en situaciones problemáticas. Estas acciones no pueden planearse o anticiparse, sin embargo, se tiene en cuenta que afrontarlas representa una prueba donde se aplica lo alcanzado en el rubro de desarrollo de hábitos primordiales.

HÁBITOS COMPUESTOS.
-Plenitud. Valor que comienza a buscarse cuando se tienen hábitos sanos hacia uno mismo. En el caso que se relata, paciente ha decidido estudiar un diplomado que le permitirá cumplir metas académicas, a la par que trabajar sobre hábitos primordiales y consecuentes. Las metas se centran en objetivos o proyectos a largo plazo que perpetúen el desarrollo alcanzado.
-Acciones que permiten consolidar valores:
-Estudiar diplomados, licenciaturas, o talleres donde se ponga de manifiesto conocimiento y actitudes relacionadas con el valor Plenitud, buscado por paciente.
-Prepararse para ofrecer talleres o cursos de conocimiento adquirido, para inspirar a otros a trabajar sobre su propio desarrollo personal y compartir el propio proceso de desarrollo humano.

Como lo indica el diagrama compartido y construido con ayuda del paciente, los hábitos o actitudes compuestas perpetúan, y mantienen vigentes los hábitos primordiales, por lo que el círculo virtuoso se mantiene activo. Se invita a integrar hábitos que generen adicciones constructivas, que permitan la evolución y desarrollo constante.

Imágenes de fondo de diagramas compartidos, tomadas de las respectivas ligas:

Escucho:
Denim jacket | Maroon 5
Peter Pan | Arcade Fire

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