Redefiniendo las adicciones.
Uno de los conflictos comunes que
padecemos como seres humanos son las adicciones.
No nos referimos únicamente a las drogas,
tabaco, alcohol o sexo, sino a
cualquier actividad que deriva en una actitud persistente que daña nuestra
salud, tanto mental como física. Las adicciones merecen una nota
completa sobre su naturaleza y el vacío personal en nosotros que les otorgan cabida,
sentido y existencia en nuestras vidas.
En esta nota hablaremos de –una vez habiendo identificado nuestras
personales adicciones– cómo trabajar
sobre `adicciones constructivas´, hábitos y actividades que nos procuran
desarrollo y bienestar.
Lo primero que debemos entender
es que toda adicción destructiva es un
mecanismo de evasión de la realidad, cuya meta es dirigir nuestra atención y
energía hacia el Pasado o el Futuro. Una persona con cualquier adicción,
busca inconscientemente con ella, distraerse del Presente doloroso, y anclarse
en culpa hacia personas o circunstancias
pasadas, o bien, se siente amenazada y vencida por eventos o circunstancias futuras que le inspiran o provocan miedo.
Lo que llamamos adicciones constructivas, no son otra
cosa que actividades conscientes, cuya
meta es librarnos de la culpa (hacia elementos externos o a nosotros mismos) y
del miedo al porvenir. Estas actividades se centran en el presente, y su
principal meta es recordarnos la máxima
de que somos responsables de nosotros mismos. Estas actitudes y hábitos
sientan sus bases en actividades productivas y positivas, que pretenden
ayudarnos a desarrollar cualidades o virtudes, que paulatinamente generan un
círculo complejo de desarrollo personal, que se traduce en crecimiento personal y humano.
Las actitudes y hábitos las hemos
catalogado en tres grupos:
1.Hábitos primordiales o prácticos. Su base se encuentra en
actividades esenciales, pequeñas o insignificantes, tal vez, que se repiten en
breves períodos de tiempo, dígase diariamente o cada tercer día, y que
pretenden acostumbrar físicamente al cuerpo a nuevas rutinas y acciones que
antes no se llevaban a cabo, y que imprimen la semilla de auto control y dominio sobre
la mente y el cuerpo.
2.Hábitos consecuentes. Son actividades, derivadas del primer grupo,
que permiten poner en práctica acciones o mostrar actitudes en ciertas
circunstancias, ante las cuales antes vivíamos un problema o conflicto. Desarrollar
estas actividades o actitudes, requiere haber logrado hábitos primordiales, el cuerpo se encuentra listo para afrontar
retos más profundos que ciertas acciones repetitivas, y –como las antiguas artes marciales de Oriente– la persona mira reflejado el dominio del cuerpo, en cualidades
mentales y psicológicas más profundas. Estos hábitos no se repiten diariamente
como los primordiales, y no pueden planearse con facilidad. Se presentan en
circunstancias no anticipadas, donde ponemos de manifiesto nuestras reacciones
ante los conflictos que antes hacían presa de nosotros, y ante los cuales ahora
reaccionamos de una manera estable, consciente
y resolutiva.
3.Hábitos compuestos. Son actitudes que han derivado en valores o logros personales, que tiñen de profundidad y reflexión nuestras
vidas. Su nombre hace referencia a que se desarrollan como interacción compleja
entre los hábitos primordiales y los consecuentes, y arribar a ellos no es
tarea fácil, llevan tiempo, meses o incluso años, y se encuentran en
actividades a largo plazo que, si bien podemos planear e integrar a nuestra
cotidianidad, su realización conlleva una serie de actividades y decisiones que
escapan a nuestra comprensión o anticipación, por lo que sólo sabemos que, para
cumplirlas, deberemos esforzarnos, perseverar, y confiar en los hábitos
primordiales y consecuentes que hayamos desarrollado, además de haber
comprendido y aplicado la máxima esencial, ya
que nos hacemos responsables y conscientes de nuestras propias decisiones y
acciones como personas.
EJEMPLO PRÁCTICO:
Una paciente, después de haber
analizado su caso, identificado sus adicciones
destructivas, y comprendido el trasfondo de ellas, realiza el siguiente
esquema donde define las adicciones
constructivas en las que comenzará a trabajar:
HÁBITOS PRIMORDIALES:
-Seguridad en sí mismo. Contrarresta las adicciones centradas en la
Complacencia a las necesidades o
requerimientos de las personas o circunstancias externas antes que a las de uno
mismo, y a la Indecisión, o acción
de dudar o no poder definir las metas y anhelos propios, dejándose influir por
el ambiente exterior.
-Confianza en sí mismo. Busca anular la Inseguridad, o actitud persistente de experimentar miedo en
relación a eventos o circunstancias futuras, que paralizan y consiguen inspirar
incertidumbre.
-Acciones definidas:
-Cuidar su aspecto físico y
apariencia.
a).Maquillarse y arreglarse para
ir al trabajo.
b).Elegir vestimenta que resalte
cualidades físicas de una manera seria y elegante.
c).Ejercicio (abdominales y
ejercicio aeróbico) para fortalecer cuerpo y comenzar a tornearlo.
d).Lectura de libros y
adquisición de conocimiento que aliente la valía
personal.
HÁBITOS CONSECUENTES:
-Autoaceptación. Al comenzar acciones que enfatizan el cuidado del
cuerpo, y tomar responsabilidad de él, ganando confianza y seguridad personal
en lo que se hace, se desarrolla una actitud de aceptación y respeto hacia los
demás y lo que ellos emprendan para su propio bienestar, lo que se traduce en
una actitud de Tolerancia, que se
manifestó en este caso particular en un
encuentro conflictivo entre miembros de la familia, donde la crítica fue
desarmada y el autocontrol físico y mental se hizo presente. Por primera vez la
paciente que retrata ejercicio, escuchó pacientemente los discursos, aceptó la
actitud de los demás miembros de su familia, y consiguió llevar un diálogo
constructivo y objetivo, libre de crítica.
-Acciones donde se manifiestan hábitos o actitudes:
-Discusiones personales,
encuentros o charlas, donde antes existían diferencias que concluían en
situaciones problemáticas. Estas acciones no pueden planearse o anticiparse, sin
embargo, se tiene en cuenta que afrontarlas representa una prueba donde se
aplica lo alcanzado en el rubro de desarrollo de hábitos primordiales.
HÁBITOS COMPUESTOS.
-Plenitud. Valor que
comienza a buscarse cuando se tienen hábitos sanos hacia uno mismo. En el caso
que se relata, paciente ha decidido estudiar un diplomado que le permitirá cumplir
metas académicas, a la par que trabajar sobre hábitos primordiales y
consecuentes. Las metas se centran en objetivos o proyectos a largo plazo que
perpetúen el desarrollo alcanzado.
-Acciones que permiten consolidar valores:
-Estudiar diplomados,
licenciaturas, o talleres donde se ponga de manifiesto conocimiento y actitudes
relacionadas con el valor Plenitud,
buscado por paciente.
-Prepararse para ofrecer talleres
o cursos de conocimiento adquirido, para inspirar a otros a trabajar sobre su
propio desarrollo personal y compartir el propio proceso de desarrollo humano.
Imágenes de fondo de diagramas compartidos, tomadas de las respectivas ligas:
Escucho:
Denim jacket | Maroon 5
Peter Pan | Arcade Fire
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