viernes, 29 de diciembre de 2017

Somos tres tiempos

`Responsabilizarse de uno mismo
es una labor integral´.


Somos energía. Nuestro cuerpo es una serie de variables corporales, mentales y energéticas que, a cada instante, definen nuestra realidad.
Dentro de la Terapia emocional trabajamos en tres ámbitos diferentes, pero completamente integrados, y conectados uno con respecto al otro.
El primer tiempo consta del trabajo mental y psicológico, para identificar y desmontar los paradigmas que han definido nuestra vida, y creado los problemas físicos que vivimos actualmente. Cada fase de las tres que mencionaremos toma una serie de sesiones. El ámbito mental es un trabajo constante y profundo que consiste en obtener perspectiva de lo que vivimos, y en la distancia y la objetividad del análisis en tercera persona, identificar lo que debe ser diluido o reestructurado, para sentar las bases dentro de las dos siguientes fases.

El segundo tiempo, el corporal, es una etapa diagnóstica, donde se recurre a las memorias corporales que guardamos en torno a los momentos de nuestra personal historia donde existieron eventos que desequilibraron nuestro ser, y que es necesario identificar y afrontar. Los síntomas y las enfermedades que hemos padecido o que padecemos en el presente, son producto de estos desequilibrios, y sanar las enfermedades es un trabajo que aunado al trabajo médico debe ser llevado a cabo por cada individuo, en una reestructuración completa de su ser. En esta segunda etapa, se aprende a escuchar al cuerpo, y a descodificar sus mensajes y las lecciones implícitas en su funcionamiento, así como responsabilizarse de uno mismo.

El tercer tiempo, el energético, se trabaja a partir de los siete puntos energéticos básicos que posee nuestro cuerpo. La persona entra en contacto con la energía que recorre su propio cuerpo, y comienza a ser consciente de ella, de cómo ésta responde a los estímulos externos, y a dominarla desde la Intención o circunstancia interna, a través de ejercicios de respiración y Meditación. En esta fase se manifiestan variables y guías a través de seres de Luz, que, en diversos esquemas o formatos, representan asesoría y apoyo espiritual a lo largo del proceso de transición. Al entrar en contacto con nuestro propio espíritu, accedemos a Sabiduría que siempre ha estado ahí, pero que tal vez jamás habíamos conocido antes.

Una vez que la energía de los respectivos puntos energéticos que manifiestan desequilibrio ha sido liberada, en cuestión de días, los eventos externos comienzan a sufrir reestructuraciones, y enseguida, la persona comienza a afrontar sus peores miedos, se presentan circunstancias conflictivas necesarias para cerrar el ciclo: así de poderosa es nuestra Intención. La persona comienza entonces a afrontar los conflictos, desde una plataforma holística y espiritual, para trascenderlos de una vez por todas, utilizando las herramientas de las que ahora dispone, y que, junto con el o los conflictos, la harán madurar y desarrollarse como ser humano.

Ése es el único camino para crecer.

Imagen que acompaña a nota, tomada de la liga:

Escucho:
Work out | J. Cole.
Yoü And I | Lady Gaga.

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