viernes, 3 de mayo de 2019

Principios de Diseño [por la Naturaleza]

`La Naturaleza es la Maestra 
del Diseño, por excelencia´. 


La tradición de las culturas antiguas de América nos ha legado el conocimiento basado en el concepto conocido como Tótem, que se relaciona con los llamados Animales de Poder, que no son más que la manifestación de la Consciencia de la Madre Tierra.
La Culturas Tolteca y Maya mostraron su profundo Respeto hacia la Madre Naturaleza, considerándola como una entidad orgánica viva, provista de propia Consciencia, con la que ellos debían vivir en Armonía, en equilibrada Resonancia, para mantener una Vida plena, además de el logro de su Potencial como sociedad y como miembros individuales que la integran.
Es así que la Cultura Tolteca profundizó en este conocimiento, legándonos el concepto base de lo que hoy llamamos Animales de Poder. Presencia de la Naturaleza como guía en nuestras vidas cotidianas.
Los Mayas, por su parte, fueron más allá, diseñando calendarios para conceptualizar el Tiempo y crear un puente entre nuestra dimensión y las dimensiones más elevadas y complejas, interconectándose con la Sabiduría propia del Universo y el Cosmos.
Ambas culturas se basaron en principios hallados en la observación consciente y perpetua de la Naturaleza, en desentrañar sus misterios, y explicar los ciclos que parecen perpetuarse en ella para brindarle Vida y presencia.
Hoy en día, la Ciencia ha procesado estas ideas que han dado pie a valores por todos conocidos, como el arquetipo y conceptos en Psicología, a partir de los cuales se explican desequilibrios de naturaleza mental.

Los Animales de Poder no son más que la base conceptual de los arquetipos manejados actualmente por la Psicología. Estos conceptos son antiquísimos, y existen desde culturas humanas propias de la Antigüedad.
La Rueda de la Medicina de la cual hemos hablado durante las recientes notas escritas y publicadas es una herramienta que nos permite acceder a este conocimiento, a través de la vibración energética y la Intuición. Los Mayas se centraron en el alma, la esencia de los animales de la Naturaleza, y sintetizando su poder y habilidades utilizando los números, consiguieron atrapar los dones y enseñanzas del Universo a través de la analogía entre la Naturaleza y la Ética o actitud de Responsabilidad, propia y necesaria en el ser humano.

Los animales que integran nuestros Tótems, no son más que enseñanzas que el Universo y nosotros hemos elegido y puestos en nuestros caminos al decidir venir a la Tierra. Estas lecciones o aprendizajes toman forma en circunstancias adversas u obstáculos a enfrentar, que no siempre vencemos, pero por naturaleza poseen una moraleja que dejan en nosotros, para nuestro crecimiento espiritual.

Cada animal posee una serie de dones, sombras y potencialidades, que, dentro de la Sabiduría de la Rueda de la Medicina, pueden ser identificados y ubicados, para brindar una especie de Mapa de Vida, totalmente personal y único para cada individuo.
Una de las características de la Rueda de la Medicina es ser capaz de activar dentro de nuestras vidas la presencia consciente de esta parte de la Naturaleza con la que vibramos genéticamente. Como parte de la Naturaleza, nuestra vibración energética debería estar en Armonía con el entorno natural con el que interactuamos. Sin embargo, nuestra Historia nos ha mostrado cómo hemos optado por un camino de Dominio y Destrucción ante la Madre Naturaleza, en lugar de buscar un Equilibrio para con ella.

La Arquitectura –que es la profesión que poseo y que ejercí y continúo ejerciendo desde diferentes ámbitos y plataformas ahora como sanador es una disciplina que por siglos ha sido mal entendida como una herramienta de dominio del Espacio, viendo al Espacio como una variable completamente manipulable, que debe satisfacer de manera exclusiva las necesidades del Hombre.
Hoy por hoy, las condiciones y circunstancias en las que vivimos, nos están mostrando que esta interacción unilateral con la Naturaleza nos llevará a la destrucción y el caos. No sólo hablo de conceptos como Cambio climático, sino en términos de avance racional, tecnológico y espiritual. Las actuales sociedades han creado en sus psiques colectivas, enfermedades de último siglo, como cáncer, depresión, ansiedad, entre otras, que no son más que el reflejo de nuestra necedad de vivir en comunidades separadas de la Naturaleza, supeditando ésta a servir como mera charola de servicio de la cual obtener bienes para nuestro beneficio, sin lograr la profundidad del Bienestar, que involucra un equilibrio perfecto entre los requerimientos de nuestro cuerpo, mente y espíritu.

Como sanador desde la plataforma profesional de la Arquitectura– debí re-conocer los principios sobre los cuales las culturas antiguas desplantaron sus ciudades, su Vida individual y social, además de su Ideología y Trascendencia.
No ha sido sencillo avanzar tomando como base estos principios, presentes claramente en arquitecturas como la tolteca, la azteca o la maya, que no vemos más que como ruinas de un alto valor histórico, pero nulo significado en nuestras vidas cotidianas actuales.

Aplicando y reinterpretando estos principios, día a día descubro que no sólo siguen teniendo vigencia, sino que pueden incluso aplicarse dentro del Diseño de nuestras Líneas de Vida, como pasos dentro de una metodología de diseño aplicable a nuestra propia Existencia, como guía en la toma de decisiones para lograr nuestro verdadero Potencial, en Arquitectura la Función que deseamos darle a un espacio arquitectónico específico. Y bien, si la Arquitectura es un fiel reflejo de nosotros como seres humanos (el único principio que las instituciones educativas aceptarán de este texto), el diseñador, un ser humano, deberá primeramente diseñar y construir su propio espacio y templo, el Triángulo Metafísico que involucra la perfecta relación entre cuerpo, mente y espíritu, y rencontrar aquello que le da sentido a su Vida, antes de diseñar u ofrecer este sentido a otros, gran problema con el que el arquitecto se enfrenta hoy en día, ya que el desequilibrio en esta perspectiva ha dado pie al Ego, mega desarrollo ilusorio de la capacidad de juzgar exclusivamente con la mente.

Finalmente, culturas antiguas poseen dentro de su amplio y rico abanico conceptual arquitectónico, manifestaciones donde los Animales y la Naturaleza en general están presentes como parámetros y directrices de Diseño, que brindan sentido a la Arquitectura, y a la Vida de la Sociedad respectiva. Valores que es requisito rescatar hoy por hoy, para aspirar a sociedades desarrolladas, conscientes y comprometidas con el entorno y el Universo, en todo sentido.

Fotografías cortesía de Eloísa Delgadillo.

Escucho:
`Keep the Village alive´. Album | Stereophonics

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