Sincronías en los pequeños detalles

`La manera en que las Sincronías

se dibujan en nuestras vidas´.

Hace poco más de siete años, se gestó un plan para diseñar y construir el espacio profesional, y poder ejercer como arquitecto, diseñando, supervisando y construyendo proyectos de diversa índole. La mira que se tenía por aquél entonces se enfocaba en el desarrollo profesional, es decir, desarrollar la carrera que estudiamos, ofreciendo los servicios que ésta involucraba. Paralelamente, ocho años nos tomó alcanzar el conocimiento, la experiencia y es estatus necesario para tomar un puesto directivo en la institución donde se ha laborado por cerca de quince años.

Sin embargo, las circunstancias nos llevaron por un camino por completo diferente.

Hoy, al despertar, nos hemos dado cuenta de la dirección a la que la Vida nos ha llevado, en una serie de puntos de inflexión, que comenzaron cerca de siete años atrás, cuando la visita a un espacio surrealista transformó nuestra perspectiva.

Es irónico cómo las variables, pequeños detalles a veces, enormes eventos en otras ocasiones, dibujan como pinceles, la panorámica de nuestra existencia.

¿Quién diría que, diseñando el espacio personal|profesional, se crearía un espacio artificial, aunado a uno natural desértico, para definir los elementos que dan forma a esta nota?

El estilo arquitectónico del espacio diseñado es de tinte minimalista, con toques vernáculos y uso de colores vivos, para crear un ambiente mexicano en el que siempre soñamos desarrollarnos como arquitecto.

Pensamos en espacios amplios, pero delimitados, con vistas focalizadas y plantas de ornato de medio natural desértico, porque –pensamos en ese momento que– cuidar elementos de flora nunca fue una habilidad que tomáramos conscientemente en nuestras manos.

Las circunstancias llevaron a crear un mural conceptual de tema prehispánico, y personas allegadas nos obsequiaron plantas diversas de ambiente de desierto. En poco más de un año, teníamos sin desearlo así, un área y ambiente que emulaba la sequía de un ambiente pedregoso.

En sólo meses, las decisiones nos llevaron a tomar decisiones que nos alejaron velozmente de todos los objetivos disciplinares esbozados en el período de una década, para, hoy, levantarnos y reflexionar en la clara sincronía que presenciamos.

Un espacio diseñado, con el carácter de versatilidad, suficiente para girar la actividad disciplinar por otra por completo diferente. Un jardín de plantas de ambiente seco y suelo desértico, adecuadas para no albergar fauna extensa. Una enfermedad crónica que afecta nuestro cuerpo, al grado de representar un potencial punto de inflexión, y llevarnos sin pensarlo mucho, a cambiar de dirección el camino avanzado, abandonando todo por lo que habíamos trabajado en el lapso de nuestra vida.

¿Qué sucedió primero?

La enfermedad que nos llevó en pocos meses a un estado de hibernación física, y que derivó consecuentemente en un sueño, una manifestación de un espíritu animal con el que siempre nos sentimos conectado con pasión desde el inicio del estudio de nuestra carrera (que hoy no ejercemos más como tal), y que halló en nuestro espacio con características peculiares y circunstanciales, la vía de encontrar un animal reptil que habitara un hogar, y que simboliza una manifestación natural que ha servido como nuevo y profundo paradigma y dirección, que nos guía de inmediato a un rumbo no considerado antes, relacionado con bienestar y técnicas alternativas para comprender los conflictos de salud del cuerpo humano, más allá de la Medicina –carrera que consideramos estudiar antes de la que hoy tenemos y que fue la que sirviera para materializar el espacio físico a partir del cuál se da la presente reflexión... –.

Ironía, señores. Quizá Sarcasmo, es lo que encuentro en estas variables.

Y un ser animal que, cada mañana, nos recuerda que todo lo que idees, diseñes y construyas, alberga muchísimo más de lo que alcances a visualizar con tu limitadísima visión humana.

Lo escribe un hombre, sobre una plataforma desde donde mira la dirección diametralmente opuesta que su vida ha tomado, y que jamás imaginó… hasta ahora.

Escucho:

Cry baby cry / The Beatles