sábado, 21 de enero de 2017

Congruencias existenciales

La congruencia entre la dirección [rumbo]
y el sentido, en nuestras líneas de vida.


Nuestra línea de vida no es lineal, es más bien una espiral tridimensional ascendente, que, conforme se desarrolla, apertura su diámetro, acorde a la complejidad y al nivel de Consciencia al que, como seres humanos, nos enfrentamos.
Depende de cada uno de nosotros aceptar nuestras situaciones y tomar la responsabilidad del libre albedrío, capacidad humana que se nos ha otorgado para avanzar en el mundo del desarrollo espiritual.

En ocasiones, nuestros patrones mentales son tan fuertes y sólidos, que es imposible reconectar nuestra experiencia espiritual con la realidad que somos, y que creemos, es lo único válido y verdadero.
Hemos explicado a lo largo de las notas, el concepto llamado punto de inflexión, me refiero a un evento o momento en nuestra personal historia, donde nuestros cánones y parámetros mentales son puestos en duda, y rotos o ampliados, debido a circunstancias extraordinarias que terminan por hacernos entender que la Existencia es más allá que un muro de cuatro paredes donde habitamos, como seres físicos y pensantes.
Nuestras vidas, al igual que los objetos reales, poseen características, elementos peculiares que les brindan la forma, durabilidad y conformación que observamos. En Física, el concepto de vector puede aplicarse a nuestra Línea de Vida. Los cuatro conceptos físicos son aplicables a ello: magnitud, dirección, sentido y punto de aplicación. En notas posteriores hablaremos a detalle de cada una de estas características. Nos concentraremos en dos de ellas: dirección y sentido.

Todos, en nuestras vidas, poseemos al día de hoy una serie de características que nos definen, que delimitan nuestras experiencias, y que nos convierten en gran medida en la persona que somos. Habrá quienes estén regidos por el rencor y el odio, por un profundo resentimiento, o bien, agradecimiento a la Vida, o por el servicio a los demás, todo depende de los eventos origen o semilla que hayan acontecido en nuestras líneas de vida. Estos eventos han sucedido a lo largo de nuestra existencia, y los hemos vivido, afrontado y asimilado de diversas maneras, muchísimas de ellas de forma inconsciente, lo que ha permitido definir el desarrollo de Consciencia que poseemos. Comprender profundamente los acontecimientos a nivel molecular, personal y global es un reflejo de cómo nuestra existencia ha conectado con los principios y verdades relativos al Universo. Muchos de nosotros no hemos alcanzado este nivel de comprensión del Cosmos, o no nos interesa conocerlo, porque es más sencillo permanecer en la comodidad circunstancial donde nos encontramos, responsabilizando a los demás de los eventos que acontecen.

Esta serie de circunstancias que vivimos se equipara a la dirección, es la línea que nuestra vida sigue, dependiendo de nuestros pensamientos e intenciones, sean conscientes o inconscientes, y que ha trazado una `posible´ serie de eventos que `debemos´ realizar. Por ejemplo, estudiar una carrera significa convertirse en un profesionista que deberá cumplir con específicas actividades acorde a aquello que ha elegido estudiar. La dirección de su vida queda en parte establecido por la decisión de estudiar cuál o tal carrera.
Conforme avanzamos en la vida, nos daremos cuenta que la dirección no siempre se relaciona con el sentido. Éste se traduce como la elección y sensación de encontrar plenitud en la dirección que hemos establecido para nuestra existencia. Como en muchos casos, dicha dirección ha sido `inconsciente´, es decir, nos hemos dejado llevar acorde a las circunstancias, sin comprenderlas o asimilarlas conscientemente, es común encontrarnos en un punto donde no nos sentimos satisfechos o plenos haciendo lo que hacemos.

La dirección y el sentido se encuentran desalineados. En este punto, una persona que ha sufrido un abuso sexual, o un accidente que ha atentado contra su bienestar físico o emocional, y que no ha trascendido dicho evento, puede haber experimentado una desalineación entre la dirección y el sentido de su vida. Ese evento lo llevó a sentir que su vida se encuentra incompleta, como si le hubiera arrebatado algo que le pertenecía, y guarda sentimientos de miedo en sus diferentes variaciones: odio, resentimiento, culpa, se responsabiliza a otros o a la Vida misma por el caos y el dolor vividos, incertidumbre, soledad, etc…

Alinear la dirección y el sentido es indispensable para el logro de la Plenitud en nuestras líneas de vida, me refiero a no dejarnos llevar por las circunstancias solamente, sino definirlas desde nuestra Consciencia, desde nuestro ser interior, y encontrar verdadera satisfacción en el sitio, momento y circunstancias en los que nos hallamos. Volviendo al ejemplo de estudiar una carrera, ésta no garantiza que encontremos aquello que nos satisface verdaderamente como seres humanos.

Una mujer, por ejemplo, con una carrera concluida, ha sentido en los últimos años una profunda ausencia, y necesidad de dedicarse a la Salud y al cuidado de la Belleza física. Descubrió que uno de los eventos semilla que ha desencadenado ciclos en su vida, tiene que ver con la relación que sus padres mantuvieron, la cual derivó en un rompimiento definitivo como matrimonio y pareja, lo que ocasionó un alejamiento con la figura paterna, con la cuál ella no pudo crecer o convivir. Esta situación originó una separación entre la dirección y el sentido en su vida. Sus cánones mentales han procesado como dos elementos incongruentes y opuestos, la Belleza y el cuidado de la Salud, con el resto de sus áreas de vida. En este momento se encuentra a punto de decidir estudiar una segunda carrera, que la ponga en contacto con el área de cuidado de la Salud, porque se ha percatado que posee un proyecto de establecer un complejo donde se ofrezca cultivo y cuidado de la Salud y la Belleza, desde una perspectiva física y espiritual, que involucre actividades tanto materiales, como de reflexión.

Sus patrones mentales comienzan a ser flexibles, y la dirección que llevaba en su vida ha comenzado a alinearse con el deseo profundo y verdadero que su espíritu desea, y que le lleva a sentirse plena y realizada. Las circunstancias actuales, y un anhelo de servir a los demás y de hallar una misión de vida, corren dirigidas por la intención hacia un objetivo único.

Trabajar en ello, en las alineaciones entre lo que somos y lo que anhelamos, es el comienzo de una verdadera satisfacción como seres humanos.

Imagen que acompaña a la nota, tomada de la liga:

Escucho:
Morphine | Michael Jackson featuring Slash
Earth song (Hani's Club Experience) | Michael Jackson

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