miércoles, 1 de febrero de 2017

Astros y Energía

`Todos los elementos de la Naturaleza poseen
frecuencias energéticas con las que hemos
convivido durante nuestra existencia como Humanidad´.


Las culturas prehispánicas de México, fomentaron dentro de sus costumbres e idiosincrasia el Respeto por el medio ambiente y los elementos naturales en todos los niveles y escalas.
Ese pensamiento no es comprendido hoy en día, no en el mismo profundo sentido en que aquellas culturas lo manifestaron.
La Tierra, la Luna, Venus y el Sol los elementos astronómicos más cercanos a nuestra existencia física en este plano terrenal fungían como seres vivientes con Consciencia propia, capaces de responder a sutiles cambios de vibración energética producida por los seres vivientes en las cercanías, o, en su defecto, influir en la Vida de estos seres.
La Madre Naturaleza por ejemplo residente del planeta Tierra, poseía una Consciencia femenina que habitaba a lo largo y ancho del planeta. De hecho: es el planeta, en todo el sentido de la palabra. El Sol, por su parte, con una fuerte presencia consciente de naturaleza masculina, era quien dotaba de Vida, gracias a la integración con la Madre Tierra.

La Consciencia es una cualidad privilegiada, sólo otorgada a los seres humanos dentro del planeta, por su raciocinio. Se espera que las civilizaciones evolucionen y desarrollen dicha Consciencia, para comprender los pormenores y principios que rigen al Cosmos, y así reunirse de nueva cuenta con una entidad Consciente Superior, que llamamos Dios, en todas sus vertientes o formatos.
Desde que nacemos, hasta nuestra muerte, guardamos dentro de nuestra biología y consciencia, una conexión profunda e inquebrantable con dicha entidad suprema. La Tierra y el Sol, son parte de esta presencia, así que, como seres humanos provistos de inteligencia, guardamos una relación innata con estos elementos. La Tierra recibe y aporta a nuestra existencia, una fracción de Consciencia, expresada en fenómenos de la Naturaleza que hemos catalogado sólo como simples eventos físicos. Nuestra consciencia individual, y por ende nuestra consciencia social, y en escala mayor, la Consciencia de la Humanidad, emana energía hacia la Madre Tierra, y viceversa.

Los pueblos antiguos explican que los fenómenos naturales y nuestra propia existencia es un delgado Equilibrio entre nuestra Consciencia y la Consciencia presente en la Naturaleza. Cuando nuestras acciones, emociones y pensamientos derivan en guerra, conflicto, temor o incertidumbre, la Tierra decodifica, lee y absorbe estas emociones, y el Equilibrio presente se modifica o rompe.
Así como del Sol emanan ondas solares de gran magnitud, fuerza y escala, de la Consciencia propia de la Humanidad, emanan poderosas ondas (sutiles o destructivas, según sea el caso) que viajan a través de la Tierra, y afectan nuestra existencia y presencia física y metafísica. Los serios conflictos sociales generalizados a lo largo y ancho del globo, integran ondas, que, como cenizas arrojadas por un volcán, vuelan y se desplazan, aterrizando en diferentes lugares.
Es por esta razón que, días, semanas o en ocasiones hasta meses después, sensaciones, miedos, actitudes o emociones, parecen estar presentes de manera general en las personas que nos rodean, e, incluso, en nosotros mismos.
Se trata de nuestra propia Consciencia global, que, en forma de residuos inconscientes, se dispersa, afectando nuestro bienestar físico, psicológico y espiritual.

El año dos mil quince por ejemplo fue un ciclo que acogió el flujo de inconsciencia residual producido por nuestras mentes y acciones desde el año dos mil doce, cuando las culturas antiguas prehispánicas anunciaron el final de la llamada cuenta larga. Se referían al cierre de un larguísimo y complejo ciclo donde la Consciencia del Hombre vuelve al origen, y debe preguntarse a través del conflicto y la incertidumbre, si desea y es capaz de elevar su nivel de Consciencia. Durante los últimos años, los eventos de la Humanidad han generado ráfagas de energía residual que golpean sitios y por consiguiente a personas o poblaciones, dotándolas de un sentimiento inexplicable de inseguridad, temor, miedo, independientemente de los sucesos presentes físicamente.
Comprendiendo esta relación entre la Consciencia presente en todos los niveles, seremos capaces de transformar nuestras realidades. Este nivel de conocimiento y comprensión, era a lo que se referían los Mayas como el inicio de nuestra necesaria Evolución como seres vivientes, provistos de Raciocinio.

Imagen tomada de la liga:

Escucho:
Along came you (A song for Emily) | Gloria Estefan

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