`Identificando nuestros valores primordiales´.
Al vivir nuestras vidas, lo
hacemos sin ser conscientes de nuestros valores, es decir, sin conocer a fondo
los ejes que rigen y brindan dirección a nuestra existencia. Despertando
consciencia, encontraremos dos valores que integran nuestra existencia material:
el valor rector, y valor ulterior. El primero es aquel en
el que invertimos la mayor parte de nuestro tiempo terrenal en este presente, y
que nos otorgará las lecciones más fuertes y valiosas en este plano de
existencia, extrayendo de nosotros, las cualidades, actitudes y habilidades que
requieren ser pulidas, mientras que el segundo es la Misión espiritual que
nunca cambia o muere, sino que va más allá de nuestra vida, en este presente, o
en otros presentes, pasados o futuros.
Conocer cuáles son estos dos
valores, nos permite vivir de manera consciente, tomando decisiones objetivas,
intencionadas y llenas de propósitos o metas.
Desarrollar actividades basadas
en nuestros valores, alimenta nuestro espíritu, además de inspirar e influir de
manera positiva en los espíritus de quienes nos rodean. Ésa es la clave para hallar y desarrollar nuestra Misión de Vida.
Las vidas conflictivas,
destructivas y llenas de rencor o duda, son producto de vivir de manera
inconsciente, sin cultivar valores de índole espiritual. Nuestra mente y
nuestro ser se concentran en necesidades y aspectos de índole material –exclusivamente– por lo que nuestros pensamientos, decisiones y energía, vibran
siempre en ambientes densos y banales. Siempre estamos interesados en cosas
triviales, sin importancia, reaccionando de manera carnal a las circunstancias
que nos rodean. Las personas que viven en este nivel, sin importar su grado de
estudios o desarrollo profesional, no se sienten interesadas en aspectos de
desarrollo humano o espiritual, simplemente satisfacen necesidades materiales o
técnicas, menospreciando el trabajo de las personas en el sentido creativo,
emocional o humano.
Las diez preguntas que puedes
resolver, y que fueron planteadas por John
F. Demartini, se transcriben a continuación, y tienen que ver con la
respuesta inmediata e instintiva que tu mente exprese. No reflexiones la
pregunta, sólo anota la primera respuesta que salga de ti al terminar de leer
cada cuestionamiento. Después identifica con colores las palabras, ideas,
intenciones o conceptos que se repitan o relacionen. Así comenzarás
identificado cuál de las siete Áreas de
Vida es a la que dedicas mayor tiempo, y en donde se encuentra tu valor rector y tu valor ulterior.
Preguntas a resolver:
1.¿Dónde pasas más tiempo?
2.¿De qué llenas el espacio que
habitas?
3.¿Cómo y cuándo gastas tu
energía?
4.¿Dónde y cómo gastas tu dinero?
5.¿Qué pensamientos te dominan?
6.¿En qué sueñas?
7.¿Qué cosas te dices a ti mismo?
¿Cuál es tu diálogo interno?
8.¿Cuál es tu diálogo externo?
¿De qué conversas con otros?
9.¿Cómo reaccionas?
10.¿Cuáles son tus metas?
Las siete Áreas de Vida son:
Familiar | Vocacional | Física |
Económica | Espiritual | Mental | Social.
Escucho:
Never tear us apart | INXS
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