jueves, 22 de marzo de 2018

¿Por qué enfermamos?

`Equilibrio entendido como interacción
entre mente, cuerpo y espíritu´.


El desequilibrio se traduce en enfermedad. Es más sencillo comprender dicho desequilibrio a partir de la interacción de los elementos del Triángulo metafísico, integrado por la Mente, el Cuerpo y el Espíritu.
La relación entre estas tres variables explica el origen de sentimientos, emociones y circunstancias conflictivas que derivan en enfermedades, ya sean corporales o mentales.
La relación a la que la mayoría de las personas invierte mayor tiempo y energía es a la corporal-mental, que define nuestro concepto de Felicidad, y que se centra en el placer como base de este estado, que responde a la etapa de supervivencia, donde el ser humano solamente se enfoca en satisfacer necesidades de índole física o fisiológica. Es irónico como, en el ambiente que hoy vivimos, para la gran mayoría de las personas, la Vida se define sólo como el logro del máximo placer y bienestar físico, que incluye comodidades y riqueza material.

La segunda relación a la que menos dedicamos atención es a la espiritual-mental, que define el grado de Salud que nuestro cuerpo expresa al exterior. Esta relación manifiesta la congruencia que existe entre la guía de nuestro espíritu, y las decisiones corporales que tomamos. Si una persona por ejemplo practica Yoga, como elemento de desarrollo espiritual, pero sus hábitos alimenticios, de descanso y sueño son pésimos y lastiman a su cuerpo, entonces se manifestará un desequilibrio que tiene que ver con fallas o mal funcionamiento corporal. Lo que sucede es que el cuerpo expresará señales o mensajes que la persona puede traducir como guía que la lleve a regresar a los verdaderos anhelos espirituales, ya que se ha manifestado una incongruencia entre la relación mente-espíritu. Es la segunda fase de desarrollo, llamada de transición, donde comenzamos a manifestar anhelos profundos que tienen que ver con transformar nuestra vida y mejorarla en todos los sentidos.

La tercera relación es la menos común, y son muy pocas personas quienes invierten tiempo y esfuerzo en ella. La mayoría de nosotros no sabemos que existe, o bien, no tenemos idea de cómo mantener una relación adecuada entre la mente y el espíritu. Esta relación, sana y conscientemente bien llevada, se traduce como Libertad o Bienestar pleno, y tiene que ver con identificar y realizar nuestra verdadera Misión de Vida, es decir, cumplir el papel espiritual que nosotros mismos elegimos antes de venir a la Tierra, y que requiere el desarrollo de nuestros mejores y más elevados dones, como seres humanos en interacción con otros seres humanos, con el entorno natural, y con nosotros mismos. Es la tercera fase de desarrollo humano, que tiene que ver con el logro de nuestro máximo potencial espiritual. Las personas que alcanzan este nivel, se sienten realizadas porque aman lo que hacen, y están plenamente conscientes de que apoyan a otros con sus acciones, además de aprender a ser mejores personas, gracias a una sana interacción humana y espiritual.

En los talleres y terapias que impartimos, realizamos un ejercicio que llamo `Diagrama de Conflicto´, donde identificamos tres niveles de circunstancias conflictivas: el conflicto o situación problemática en sí, la semilla u origen del conflicto, y la lección espiritual implícita en toda circunstancia problemática. Una vez que tenemos estos tres elementos identificados, los llevamos al Triángulo metafísico, para así encontrar la relación que nos ha desequilibrado, y que nos enseña a centrarnos en los tres elementos vistos: mente, cuerpo y espíritu, y aprender a mantener nuestra vida en equilibrio, trabajando de manera holística e integral.

Imagen de fondo en ilustración compartida en esta noche, extraída de la liga:

Escucho:
With you | Controlla || Drake Feat. PARTYNEXTDOOR

No hay comentarios:

Publicar un comentario