`La Velocidad del Tiempo
en el que vivimos,
y cómo la Enfermedad la modifica´.
Hemos escrito que una enfermedad,
dependiendo su naturaleza y origen, representa siempre un mensaje, una lección
a considerar dentro de nuestra Vida.
Lo primero a tomar en cuenta es
que, se trate de una enfermedad, de un accidente, o de una afección o
circunstancia de Salud, la situación
en sí interfiere con nuestra cotidianidad, además de transformar en algún grado
la comprensión de nuestra realidad.
Lo valioso de la Enfermedad es su capacidad de ralentizar nuestra existencia, es decir,
de sacarnos del ritmo natural de vida, y colocarnos en una situación de menor
velocidad, de menor vertiginosidad, al obligarnos a reconsiderar lo que hacíamos
hasta antes de enfermar, y revalorar las decisiones o acciones que llevábamos a
cabo.
Al enfermar, o detener nuestra
vida por cuestiones relacionadas con la Salud,
normalmente reflexionamos sobre cuestiones humanas
o espirituales. Personas que son
importantes para nosotros, actividades o anhelos que abandonamos o ignoramos
por cierto tiempo, proyectos detenidos por circunstancias ajenas.
Rehabilitaciones personales que pospusimos durante años.
El objetivo de una enfermedad o
complicación de Salud es siempre trastocar la comprensión del factor Tiempo en nuestra existencia.
Percatarnos de que cada uno de nosotros posee un único ritmo de Vida, una
sucesión de eventos que nos llevan a una única e íntima comprensión de la
realidad, de las lecciones implícitas en las decisiones que hemos tomado, que
derivan en replantearnos nuestra verdadera Misión
de Vida.
Todas las personas son
diferentes, y en la gran mayoría de los casos, como entes individuales, nos
inmiscuimos en ritmos, rutinas y hábitos socialmente aceptados, ignorando
nuestras propias necesidades y anhelos, creyendo que todos debemos arribar a
las mismas metas en los mismos lapsos de tiempo, cuando no es así.
Cada uno poseemos un ritmo único,
que muchas veces no empata con las rutinas sociales establecidas. Requerimos
aprender o confirmar el aprendizaje de lecciones específicas, desarrollar
madurez y respeto en relación a ciertas facetas de nuestro ser, para ser
capaces de alcanzar nuestro potencial, y cumplir con aquellas metas que forman
parte inherente de nuestra persona.
¿Cuántas veces te has detenido a considerar si has luchado, buscado,
identificado o te has interesado en aspectos que se relacionan con tu ser
verdadero?
Es momento de sentarse, detenerse
por un breve momento, y reflexionar sobre ello.
Imagen tomada de la liga:
Escucho:
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Williams
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