`Sanar y enfermar.
Dos lados de una misma
y necesaria moneda espiritual´.
El contacto con Seres de Luz Guía
ha cumplido casi una década en mi vida.
Contrario a lo que piensan las
personas, la relación con ellos no fue sencilla, ni mucho menos clara en el
inicio. Hoy por hoy las cosas han ido evolucionando, y de su mano, haciendo un
análisis retrospectivo, he podido comprender muchas circunstancias.
La primera vez que tuve contacto
directo con ellos fue poco más de ocho años atrás, en un sueño que algunas
personas llamarían viaje astral. Yo
sólo diré que, guiado por ellos, visité un sitio donde los Seres de Luz se citan
con almas humanas, para charlar, y compartir experiencias de naturaleza
espiritual. Lo que sucedió en aquella ocasión dejó en mí, durante los ocho años
siguientes, ideas ambiguas y cierta incertidumbre con respecto a la misión y el
papel que los Seres de Luz cumplen en nuestra existencia.
En esa experiencia estuve
acompañado de dos arcángeles, quienes me guiaron a través de un espacio muy
similar a un hospital humano, pero que en forma, configuración espacial y
estética, era completamente diferente a lo que concebimos de estos espacios en
nuestra realidad. En ese sitio, los arcángeles, ángeles y los seres humanos a
su cargo, se reúnen para valorar el avance de las metas y logros de cada
persona, en relación al Plan de Vida que
cada ser humano ha diseñado y vivido hasta ese momento.
Como hemos escrito en muchísimas
notas a lo largo de este espacio, nuestras vidas están definidas por una
espiral, una serie de ciclos que comienzan y terminan, y que tienen como meta
ayudarnos a plantear tiempos para cumplir o no cumplir proyectos específicos
que nos hemos fijado antes de venir a la Tierra.
En ese espacio de reunión con los
ángeles y arcángeles, fui testigo de cómo, de la mano de ellos, se activan o
desactivan procesos corporales y energéticos que derivarán en muchos de los
casos en padecimientos, afecciones, accidentes o enfermedades establecidas por
nosotros mismos en nuestros planes de existencia, o bien, su remisión y equilibrio,
abriendo o bien, cerrando ciclos viejos y nuevos en nuestras vidas.
Si lo miramos desde nuestra
limitada visión humana, le llamaríamos, sanar
o enfermar.
En mi caso, aquella intervención significó
enfermar. Un proceso corporal
degenerativo que cumpliría en un mi vida un ciclo de diez años –a partir de ese momento–, entre su activación, avance, crisis,
diagnóstico, y su trabajo de equilibrio y remisión.
Comprendo hoy que los Seres de
Luz no fueron responsables de la enfermedad que padezco. Ellos simplemente
vigilaron y asesoraron el proceso que definí cuando diseñé las experiencias que
deseaba vivir una vez que naciera en la Tierra. Aquella intervención
representaría la activación del ciclo, y las circunstancias y experiencias que
viviría durante la década siguiente. Muchas de ellas satisfactorias, pero, como
el lector podrá imaginar, igualmente frustrantes y dolorosas. Mi grado de consciencia
se encontraba limitado en ese entonces, como para concebir una acción que
repercutiría en mi vida a lo largo de toda una década. Diez años eran un
espacio de tiempo que ni siquiera me encontraba listo para concebir, visualizar
o comprender. Como ser humano, jamás piensas de manera prospectiva ni siquiera dos
meses adelante.
Ahora, casi nueve años después de
ese evento, cuando hoy inicio una travesía de conexión directa, y consciente con
ángeles y arcángeles, es como descubro las respuestas y razones de todo lo
acontecido a lo largo de los últimos años, y la complejidad y profundidad de
nuestra vida en la Tierra, y la conformación de experiencias a través de ciclos,
de la guía de ellos, quienes me han brindado pacientemente todas las variables
para comprender los eventos.
Lo que más me conmovió es nuestra
perspectiva limitada del uso y la comprensión del Tiempo, y nuestra incapacidad de concebir a éste más allá de lo que
vivimos de forma temporal, inmediata, no pudiendo conectar eventos o
circunstancias con lecciones de vida a largos plazos, en tiempos que son divinos, más que simples fragmentos de
tiempo humano, como nosotros, desde este plano
de existencia, los comprendemos.
Imagen tomada de la liga en `Pinterest´:
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