`Lo que somos, y lo que buscamos ser´.
Hoy, finalmente me he levantado,
y he descubierto el reflejo, la apariencia, el contorno de la persona que he
buscado encontrar por más de quince años.
Hablo quizá de la sola fachada,
esa figura que el espejo refleja cuando me pongo de pie delante de él.
Ahora que lo veo… que me veo,
sonrío por hallar de frente, a la persona que hace tanto esperé encontrar.
Todo comenzó –aún lo recuerdo– con la
meta de trabajar el Cuerpo, y ejercitarlo hasta conformar la silueta y músculos
que soñaba poseer. Somos vanidosos por naturaleza. Es irónico cómo nos
concentramos mucho más de lo necesario en nuestra apariencia física, en ese
cuerpo torneado y perfecto que añoramos tener, sometiéndonos a regímenes de
ejercicios que se convierten en rutinas que consumen nuestras energías.
El cuerpo no es el secreto para
alcanzar la mejor versión de ti, aunque si influye en gran medida. El secreto
es honrar al cuerpo, más que sólo cuidarlo y ejercitarlo hasta que no podamos
más. Tu cuerpo es el primer reflejo de quien eres verdaderamente, y las
relaciones que establezcas con él, son la llave de las relaciones que
estableces contigo mismo, con tu esencia como ser viviente.
¡Oh, Juventud! Pones atención en
aquello que sólo es efímero y vago…
Muchos años busqué mi apariencia
verdadera en lugares donde difícilmente la encontraría, me refiero, concentré
mis fuerzas en intentos independientes.
La Mente fue el segundo lugar
donde puse mis esfuerzos para ser quien deseaba ser en realidad. Leí todo lo
que pude, para aprender las lecciones de los grandes escritores en el ámbito
del bienestar humano. Mi mente absorbió leyes, reglas, recomendaciones,
metodologías e historias de inspiración, para ser más culto, más sabio.
Los libros fueron y vinieron,
hasta que, un día, en un intento de poner en práctica dentro de una institución
todo lo aprendido, mi mundo y código ético colapsó al buscar aplicar las
verdades aprendidas en el exterior de mi persona, para arreglar los conflictos
de los demás, más no los míos. Y choqué una y otra y otra vez con laberintos,
conflictos y cuestionamientos, que lograron que dudara de mí mismo.
Finalmente, tras años de
búsquedas infructuosas, cuando mi cuerpo ha colapsado por el desgaste y el
estrés de una cotidianidad vacía, y la mente se ha cansado de resolver
absolutamente todos los conflictos que me rodeaban, de personas circunvecinas,
es que la última parte ha salido a flote.
El Espíritu es quien me ha
mostrado que los esfuerzos separados por encontrar el reflejo de la persona que
soy en realidad, no lograrán su efecto sino trabajo de manera integral y
comprometida.
Abandonando el trabajo de mis
sueños, dejando atrás a muchas personas y actividades que antes hacía de manera
rutinaria, es que el espíritu me lleva a donde debía ir desde el principio,
para encontrarme a mí mismo.
Ahora debo trabajar en el cuerpo,
desde la Fortaleza y la Seguridad de la mente, para lograr que éste sane
paulatinamente, confiando en la guía del espíritu, quien me enseña que las
soluciones inmediatas son sólo llaves temporales de puertas que se cierran. La
Paciencia es la lección más complicada por aprender. Mi verdadero ser vive un
Tiempo, por completo diferente al Tiempo del resto del Mundo. El latir del Universo
que llevamos dentro, y que es una ínfima parte del Cosmos sin confines, se
expresa y transcurre en un ritmo, que nada tiene que ver con nuestras vidas
sociales y personales. Cuando me acerco a la ventana, escucho con atención los
sonidos, todos ellos, y por capas descubro el motor de los automóviles, el
ladrido de los perros, los canales de televisión del vecino que mira su
programa favorito, al mundo que gira más allá de mi realidad, y al último
término, escucho al Silencio dominarlo todo.
Ese Silencio infinito es Dios.
Y no se escucha afuera, no porque
no desea que lo escuches o lo encuentres, más bien, porque lo llevas y debes
buscarlo dentro.
Ser quien eres en verdad requiere
un cuerpo no sólo fuerte, sino íntegro, una mente clara y más bien honesta, y
tu espíritu abierto y decidido, para guiarte en cada paso de tu vida. Sólo
cuando encuentres congruencia en aquello que anhelas, piensas, en lo que
comunicas y en lo que haces, es entonces que reflejarás en toda tu verdad, la
persona que estás destinada a ser, a quien has buscado desde que naciste.
Lograr la meta es casi imposible,
por los conflictos e incertidumbre del choque de los ritmos e intereses
internos y externos. El mundo en el que vivimos es un mar enfurecido que nos
arrastra inconscientemente hacia la lejanía, separados de nuestra verdadera
esencia y destino.
Reflejar quien eres en verdad,
requiere de que en realidad desees ser lo que más temes: una Verdad que transformará tu perspectiva y tu lugar en el mundo en el
que habitas.
Imagen dentro del logo, tomada de la liga:
Escucho:
My one and only love / Chris Botti featuring
Paula Cole
Imagining America / Everything but The Girl
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