¿Qué tipo de Misión posees en la Vida? Parte I

´Primera parte de ejercicio, que consiste en identificar

un evento o conflicto repetitivo en nuestra vida,

despersonalizarlo, hallar su repetitividad,

e identificar qué tipo de esencia

–de las presentadas en esta nota–

lo define y le brinda sentido´.

En la sesión metafísica de hoy, profundizamos en relación a los conflictos cíclicos que se presentan en nuestra vida. Hemos comprendido, siguiendo los parámetros aprendidos gracias al ejercicio de la Matriz de Vida, que todos poseemos un patrón energético que se ha quedado anclado en nuestro subconsciente, definido por nosotros mismos, por la decisión de reaccionar, o no reaccionar, a estímulos externos específicos.

Existe un evento raíz¹ donde se creó y consolidó la esencia energética que brinda significado al resto de los eventos cíclicos que vivimos. Si somos capaces de identificar ese evento, y abstraer lo que he denominado su esencia, es decir, la razón que le brinda existencia en nuestra línea de Vida y que se convierte en los anteojos con los que vemos y comprendemos el resto de los eventos relacionados subsecuentes, podremos visualizar la raíz emocional, mental o energética que dio pie a ese evento en particular, y que, pasado el tiempo, puede producir manifestaciones en nuestro cuerpo físico, como dolencias, afecciones, o, incluso, enfermedades.

El proceso por el que vivo actualmente, me ha obligado a ir más allá de la Medicina, y buscar respuestas en los principios de índole metafísica, diseñando, aplicando y retroalimentando ejercicios como la Matriz de Vida, confirmando –en su defecto– que nuestra Vida está integrada por eventos de naturaleza cíclica [creados por nosotros mismos] que definen las personas que somos o en las que nos convertimos.

La esencia del conflicto que identifiquemos, como la raíz de esos eventos, que se convierte aparte en el común denominador del resto de los sucesos que vivimos posteriormente, puede organizarse en cinco categorías, que, más adelante, nos ayudarán a establecer la lección que esa determinada esencia desea que aprendamos, y que tendrá relación con la Misión que poseemos en este plano de existencia. El peor conflicto de nuestra vida es, sin duda, una invaluable lección en potencia, que nos dirigirá irremediablemente a nuestro Objetivo de Vida, a aquella Misión que elegimos desarrollar y compartir mientras dure nuestra Vida en esta Tierra.

Identifique el que considere el más difícil evento o conflicto que haya vivido en su vida, y descríbalo brevemente, enumerando 1) el evento mismo, 2) los participantes, 3) las emociones o sentimientos que le hizo sentir, 4) las circunstancias, cómo el lugar, su edad, etc...
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Una vez identificado el evento o conflicto, analizarlo desde la síntesis, para explicar su esencia.

La esencia del evento o conflicto cíclico, puede clasificarse en cinco tipos:

• Transformación extrínseca: La esencia del conflicto se relaciona con un cambio o metamorfosis de carácter externo a nosotros. Es decir, el suceso que vivimos, produjo una transformación de nuestra percepción con respecto a las circunstancias exteriores que nos rodearon en ese momento, lo que nos hizo creer que el mundo externo influye o nos afecta, de maneras que no podemos controlar o entender del todo. Esta nueva percepción de la realidad consiguió que la serie de los eventos subsecuentes, siempre fueran “explicados” desde las variables externas.

Ejemplo:

Si soy humillado en cada trabajo o ambiente en el que me desenvuelvo, la culpa es colocada sobre las personas o circunstancias externas, que son las responsables de hacerme daño. Es una variable que no puedo modificar, porque los ambientes existen antes de mi llegada, e, irremediablemente intentarán hacerme daño, o humillarme.

• Transformación intrínseca: La esencia del suceso se centra en un cambio o transformación interna, es decir, el evento provocó un cambio interior en mí, de cualquier índole, cuya consecuencia fue que me redefiniera como persona o que entendiera mi realidad interior de una manera diferente. El conflicto, al igual que la transformación extrínseca, se explica desde variables externas, pero el alma del conflicto se vive desde mi reacción, desde la propia manera o perspectiva interna de observar, vivir o comprender las circunstancias. La pregunta que da pie a la explicación del evento tiene la estructura de `¿Por qué sucedió el evento, que me hizo cambiar mi manera de ser y actuar, si antes yo era diferente?´.

Ejemplo:

Una persona que vive un accidente que afecta su rostro, o le deja cicatrices en él, o en cualquier parte del cuerpo que sea visible, sentirá que algo se ha transformado en su vida. Podrá caminar y continuar –aparentemente– con su vida de una manera normal, pero en el fondo, desde su interior, experimentará una metamorfosis, que hará que las personas la miren de forma diferente. Nótese que el conflicto se centra en la percepción de la propia persona, ya que, pese a sus cicatrices, su movilidad y condición física no ha cambiado para el resto de las personas con las que interactúe.

• Descubrimiento: La esencia en el conflicto vivido provocará en la persona una duda existencial de grandes proporciones, que la hará enfrentarse a conceptos o ideas nuevas, inexplicables o desconocidas hasta ese momento, que la obligarán a caer de su zona de confort, y salir en busca de maneras de reencontrar el Equilibrio. Las personas que poseen eventos con esta esencia son personas acostumbradas a tener el control de las circunstancias, y cuando experimentan un evento de características mayores, sienten en sobremanera la pérdida de dicho control y del equilibrio en todos los ámbitos y niveles.

Ejemplo:

Una persona que vive la pérdida de un ser querido, en circunstancias extraordinarias [morir antes de tiempo, enfermedad no común, accidente] se cuestiona el por qué de los eventos, y el papel que la Vida o el Universo o Dios tiene en todo ello. Se enfrentará a circunstancias que no puede explicar de forma inmediata, y que le harán replantearse y buscar explicaciones o fundamentos que le ayuden a comprender conceptos como la Muerte, por ejemplo.

• Efecto en el cuerpo: Esta esencia se caracteriza por provocar influencias o daños directos sobre el cuerpo físico. El evento vivido modifica física, biológica o químicamente el funcionamiento del cuerpo, por lo que la persona que lo vive, se ve en la necesidad de poner énfasis y atención completa a su cuerpo, en casos extremos, de no hacerlo, el funcionamiento del mismo cae en colapso, y corre el riesgo de morir.

Ejemplo:

Son las personas que han sufrido accidentes o enfermedades que afectan en poco tiempo sus cuerpos, comprometiendo su funcionamiento, y que, de repente, viven realidades diferentes a las que consideraban normales. Logran sobrevivir, pero pierden movilidad, o bien, sus funciones corporales se ven interferidas radicalmente o reducidas, lo que afecta profundamente su manera de vivir y relacionarse con el entorno.

• Efecto en el espíritu: Son eventos fuertes y profundos –pudiendo ser integración de dos o más de las esencias anteriores– que llevan a la persona a una transformación radical en todos los sentidos, pudiendo afectar sus cinco cuerpos: físico, energético, emocional, mental o espiritual, y trastocando más de la mitad de las siete áreas de sus vidas: familiar, social, física, espiritual, mental, económica o vocacional. Este tipo de sucesos provoca una transformación completa en la persona, obligándola a que modifique su percepción integral de la realidad a gran escala, involucrando en el proceso el cuestionamiento de comunidades enteras, países, o –incluso– de la propia Humanidad, modificando así su saber declarativo, procedimental y actitudinal [lo que piensan y manifiestan, lo que realizan como profesionistas, personas o seres humanos, y su conducta o actitud ante la Vida], no necesariamente desde una naturaleza física. Las personas deben encontrar una nueva teoría o sustento de vida para continuar existiendo, más allá de los impedimentos físicos [si éstos existieran]. Esta esencia se relaciona en la mayoría de las ocasiones con el riesgo mismo de perder la Vida, y recuperarse o entrar en el proceso de recuperar la Salud, reconsiderando variables que antes no existían, más allá de la Fe, como Fortaleza interior y Paz a nivel global, y confianza en sí mismo y en la interacción con las circunstancias y con el Universo mismo que ahora perciben o conciben.

Describa la esencia del evento, considerando su elemento clave, por ejemplo:
1) la imposibilidad de moverme libremente en cualquier dirección.
2) miedo a afrontar la pérdida de algo o alguien a quien estimo en demasía.
3) temor al cambio de circunstancias e incapacidad de enfrentarme a los retos.

No describir el evento mismo [eso ya lo ha hecho arriba, al inicio de la nota], sino el patrón que se ha repetido en varios eventos a lo largo de su Vida.

Una vez identificado el tipo de esencia del evento que se repite interminablemente en nuestra vida, pondremos en práctica un ejercicio más, para descubrir la lección que el evento –o serie de eventos, recordemos que todos guardan la misma esencia o semilla– está expresándonos, y, posteriormente, identificar la naturaleza del, o los dones que este evento repetitivo está consolidando en nosotros.

Para dudas o comentarios con respecto a los resultados obtenidos, o a la esencia de la nota compartida, puede escribirse al correo: jefrancowriter@yahoo.com.

Imagen tomada de la nota:

https://shantidasi.files.wordpress.com/2011/11/mision-de-vida.jpg

Escucho:

Álbum: Weezer [White álbum] | Weezer

Álbum: Monster | R.E.M.

¹ Josep Soler, en su libro, El lenguaje del alma, llama a este evento vivencial, Acontecimiento Semilla, es decir, un suceso en nuestra vida donde vivimos por vez primera la sensación, emoción o percepción de vacío o conflicto, que define ese instante, se guarda en la memoria de nuestro cuerpo físico y mental, e influirá y definirá una serie de eventos posteriores que de alguna manera guarden relación con las circunstancias de ese primer evento, y en donde se repetirá la misma sensación o conflicto. Soler define cinco cuerpos que integran nuestro ser: físico, energético, emocional, mental y espiritual. Tomamos esos cuerpos, y sus interacciones, como base para definir las cinco misiones de vida de las que escribiremos más adelante en este espacio virtual.