`Las veredas que transitamos, como
oportunidades
de descubrir lo que somos y a lo
que venimos a esta Tierra´.
El Dolor es –por lo tanto– una oportunidad de detenernos en
nuestro andar y reflexionar en torno a las decisiones que hemos tomado y que
han definido la dirección de nuestra Vida.
Como humanos, perdemos tanto
tiempo y energía en vivir lo que creemos correcto, centrándonos en bienes
materiales, acumulación de conocimiento, poder, en pasar por encima de
circunstancias, y en ocasiones de personas, para lograr metas que consideramos
valiosas, correctas o, incluso, necesarias para nuestro supuesto desarrollo
personal y humano.
El Dolor existe para enseñarnos
que la Vida es una elección, una que nosotros mismos hacemos, y que tiene
alcances y límites, y que depende de las decisiones que tomemos a cada
instante, en cada momento, en cada reflejo inconsciente que hagamos. Todo tiene
razón y motivo. El Dolor es precisamente el recordatorio de los términos
últimos a los que llegamos como seres humanos, limitados y frágiles en este
plano de existencia.
En los estados físicos límite, es decir, en aquellas circunstancias en
donde nuestra vida se encuentra comprometida, al borde de caer al abismo, y la
Muerte se halla a un costado nuestro, tenemos la posibilidad de tomar la
decisión definitiva, la que nos lleve al siguiente estado de evolución y
desarrollo espiritual. Como humanos, nos aferramos a que esa decisión siempre
debe ser regresar a nuestra vida en este plano de existencia terrenal y
material, y cumplir con alguna asignación definitiva y última. En ocasiones así
será, no siempre es de esta manera.
Dedico esta nota a las personas
que se encuentran en este estado límite, inconscientes, en coma, no conscientes,
dormidas, sabiendo sólo ellas el grado de dolor que inutiliza sus cuerpos, que
afecta sus mentes, y que obliga a sus espíritus a tomar consciencia de su
momento, misión y presencia actuales, y despertar a la Consciencia. El Dolor que experimentan es simplemente
indescriptible con palabras, equiparable al grado de incertidumbre al hallarse
ante un conflicto de índole espiritual, donde –literalmente– deben ser
conscientes de una decisión que transformará su existencia, y la de todas las
personas con quienes han establecido lazos de cualquier índole. Cada uno de nosotros existimos para el bien
de otros, otros que alcanzamos a ver y tocar, y otros que sencillamente no
sabemos que existen, pero cuya sola existencia trastoca nuestro ser, y brinda
sentido a nuestra Vida. En ocasiones no comprendemos el alcance de esta misión,
y nuestras decisiones nos llevan a estados de Salud límites, para comprender y
tomar consciencia del papel que nuestra persona y espíritu representa en el
Tiempo y lugar que nos tocó vivir.
Gracias a una de estas personas que
conocí a través de esta conexión circunstancial que a veces llega en verdad a
atemorizarme pero que me hace creer fervientemente que existen ángeles que nos
guían, es que comprendo una lección
más, que se relaciona con nuestra frágil naturaleza humana, y la Fortaleza y la Fe que la existencia humana, conlleva. Sin duda una gran
responsabilidad.
No tengo palabras para describir
la experiencia, y mucho menos la emoción guardada derivada de ello, por conocer
el verdadero poder del Amor, la
Aceptación, la esencia, guía y misión de las familias, por conocer a una de
ellas que me ha mostrado claramente el poder de la Intención, y la Perseverancia,
por compartir parte de su espíritu y su esencia, y obsequiarme su Belleza e
Integridad, y recordarme que vale la pena luchar cada día, porque vivir es un
reto a cada momento, uno que podemos elegir no en soledad, porque las personas
que realmente nos aman y a las que amamos se encuentran a nuestro lado, porque
las elegimos para no morir solos, pero –sobre
todo–, nuestra familia, con quienes
decidimos compartir la Vida que tenemos, se encuentra siempre ahí para
brindarnos guía y Luz, y dar soporte y sentido a nuestra existencia, en el
tránsito de identificar, conocer y aceptar nuestra misión como seres
individuales, circunstancia que se potencializa cuando descubrimos que la
familia que nos acompaña, es parte esencial de nuestro desarrollo espiritual.
Agradecimiento infinito por la
gran lección de Vida compartida.
Imagen que acompaña a nota, tomada de la liga:
Escucho:
Strip my mind | Red Hot Chilli Peppers
Everybody knows | Dixie Chicks
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