`Las afirmaciones como reflejo de quienes
somos, y de lo que aspiramos a ser´.
Por J.E.Franco
Descubrimos las afirmaciones
gracias a la Dr. Erika Franco, quien
las utilizó de manera constante y efectiva como complemento para la
recuperación de su Salud, en un proceso paulatino, pero ascendente, apoyada en
el conocimiento de Louis L. Hay, y
el uso que ella ha hecho de ellas, enfocándose en órganos específicos del
cuerpo, o en anhelos particulares, que tienen que ver con el logro del
Bienestar.
Las afirmaciones son
herramientas, existentes gracias a nuestra capacidad de comunicación, que se
relacionan con dos puntos energéticos básicos: el chakra sacro o segundo y el
chakra garganta o quinto. Creatividad
y Expresión, son los dos valores
o cualidades que nos permiten consolidar el uso de las afirmaciones. Estas
oraciones, que poseen una poderosa fuerza y materializan intenciones (si se les
construye de adecuada manera), requieren, sin embargo, algunos principios
básicos para su diseño y empleo.
Existen tres tipos básicos de
afirmaciones: escritas o declaradas, sensoriales o corporales,
y científicas. Todas ellas son declaraciones
de intenciones o verdades manifestadas ya en nuestra mente, que encuentran
elementos propios del lenguaje humano, para comunicarse y materializar la
intención implícita. En más de una ocasión, hemos utilizado inconscientemente
las afirmaciones, construyendo nuestra realidad, sin una dirección clara y
constante. Culturalmente expresamos casi tantas afirmaciones como pensamientos,
y si bien, el efecto es similar en ambos casos, las afirmaciones se proyectan
como partes sólidas de la realidad que vivimos, en la que nos desenvolvemos, y
que creemos, no es posible modificar.
Aspirar o no al desarrollo
espiritual de forma consciente, no impide que las afirmaciones que usemos a
diario nos afecten.
Reconocer los tipos de
afirmaciones y comprenderlas para utilizarlas conscientemente, requiere entender
que primero debemos afirmarnos a nosotros mismos en el presente, como lo
expresa Eckhart Tolle, ser
conscientes que la mente no es la que domina nuestra existencia, ya que ella
pierde una gran cantidad de energía centrándose en el pasado y en el futuro,
pero nunca en el presente, ya que estando en el momento –en el Aquí y el Ahora– es
la única manera de neutralizar el ego, y la mente deje de tener poder, y, por
ende, de dominarnos, y aspirar al desarrollo espiritual.
Afirmarse a uno mismo incluye
reconocer quienes somos en el momento justo del presente, ser responsables de
que esta realidad no es más que producto de nuestra propia consciencia o
inconsciencia, y que los factores externos no me construyen o definen, sino
todo lo contrario, yo los defino a ellos a través de su aceptación o selección de
aquellas variables que son útiles de acuerdo a mis aspiraciones más altas.
En el primer taller del ciclo: Descubriendo tu Poder interior,
abordaremos vastos ejercicios para interactuar con afirmaciones, trabajando de
manera paralela con los dos primeros centros energéticos del cuerpo, para
comenzar un proceso de comprensión y recuperación del bienestar: físico, emocional, mental y espiritual.
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