domingo, 23 de diciembre de 2018

Difícil, más no imposible.

`Lo mejor y más valioso que puedes
compartir son dos cosas:
tu Tiempo, y tu Familia´.


Estoy vivo.
Eso es lo que me dejó este año que concluye.
Muchos fueron los planes para este año, desde el principio, y concluyó representando todo un punto de inflexión en mi vida.
Quizá la decisión del cambio radical en la trayectoria de existencia la tomé hace casi dos años, sin embargo, fueron estos últimos doce meses los que me enseñaron las lecciones que me transformaron en más de un sentido, y de manera definitiva.
Aún quedan huellas del pasado, rencores de relaciones anteriores por parte de personas que fueron estimadas, y reminiscencias del quehacer humano ejercido a lo largo de las décadas, antes de hoy.
Lo que pude obtener a lo largo de este ciclo fue Paz, esa anhelada Tranquilidad buscada durante años y años, y que sólo el Éxodo puede ofrecerte, a razón de Soledad, Aislamiento, Silencio y Reflexión.
El Universo –sin embargojamás te deja solo, y gracias a la Enfermedad, pude conocer personas valiosas que han fungido de base y apoyo para comprender las lecciones que realmente vale la pena aprender a lo largo de la Vida, y que abrieron mi visión de maneras extraordinarias.

¿Quién puede comprender que, antes de sanar, requieres primeramente enfermar…?
Pocos vemos la Enfermedad como un camino obligado para quienes somos necios al no ser capaces de ver lo que es más que evidente.

Fue un año increíble en muchos sentidos. Regreso a la escritura y a la ilustración de textos y cuentos. Abandono de actividades como las travesías en bicicleta por las rutas circunvecinas a la ciudad, y consolidación de pasiones como la Natación, que este año trajo consigo amistades que inspiraron de maneras inimaginables.

Sobre todo, las compañías humanas y sobre humanas, producto de la interacción con personas hermosas, cuyo espíritu estoy seguro de ello fue pieza fundamental para apoyarme en la recuperación de la Salud, y la Vida.
Libros y más libros, y sus lecturas interminables. Autores que siento, he conocido a profundidad en nuestros espíritus, y que tengo la certeza, hemos interactuado en otras vidas. Talleres impartidos, con su respectivo aprendizaje y retroalimentación, además de relaciones humanas recuperadas, que me obsequiaron fuente de Fortaleza e Inspiración para continuar de pie, y jamás detenerme de nueva cuenta.

No puedo dejar de agradecer por la compañía y la Fuerza otorgada por mi familia. Sin ellos, no soy.

Gracias a quienes he conocido a lo largo y ancho de las sesiones de terapia. Gracias por su confianza y las lecciones que comparten, de espíritu a espíritu. Cada mañana, tarde (o sesión nocturna virtual) pasada con ustedes, es un anhelo que alimenta lo más profundo de mi ser entero.
Namaste.
La Misión de Vida ha redefinido la Dirección a seguir, y me ha regresado aquella Pasión dejada de lado en aras de trabajar por el Entorno, olvidándome de mí mismo.

El Universo te habla de maneras irónicas, únicas.
Finalmente no puedo dejar de agradecer por el ángel que me ha enviado, y que me ha dado bofetadas en la cara, para hacerme entender la esencia de vivir, y que perdemos de vista en todo momento. Gracias a él, he mirado de frente, al Horizonte, con firme Intención.
Gracias por la presencia de Jeremiel en  mi vida.
Remiel en su existencia terrenal. Gracias por las mordidas, la saliva en la cara, las caminatas de horas, y las chanclas mordidas y los guantes rotos.
Gracias por devolverme la risa.

No tengo palabras para agradecer por este ciclo que me fue obsequiado…
Simplemente no las tengo.

Escucho:
Reckoner | Weird Fishes/Arpeggi | Radiohead
Transformation | David Gray
This is hardcore | Pulp

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