viernes, 4 de enero de 2019

Vida, Ciclos, y Tiempo

`Nuestra existencia es cíclica 
y se perpetúa a sí misma´.


El Tiempo no es lineal.
Hemos heredado la idea de que lo es durante cientos de años a través de nuestro existir cotidiano.
Las civilizaciones antiguas sin embargo legaron a través de su Arte y sus cultos, la esencia del Tiempo dentro de la existencia humana.
A pesar de que vivimos el Tiempo, entendiéndolo como un paso constante y eterno de momentos que suceden hacia una sola dirección, en realidad el Tiempo es un concepto que interpretamos de acuerdo a nuestros propios esquemas mentales, a nivel Humanidad.
Para efectos prácticos dentro de nuestra existencia, lo hemos dividido en Pasado, Presente y Futuro, con elementos de vigencia que nos permitan la sencillísima identificación de cada tiempo en específico.

Cuando impartía clases de Arquitectura, con temas de civilizaciones mesoamericanas antiguas, estudiábamos la visión prehispánica y la Cosmogonía que imperaba en la idiosincrasia de las civilizaciones de antes.
Basados en el concepto de ciclo, se crearon complejos calendarios, así como plataformas de dioses y diosas que finalmente fungieron como la plataforma conceptual para la propia Arquitectura.
Tonatiuh es por ejemplo, la deidad representada por el Sol, cuyo ciclo de Muerte y Renacimiento se cumplía como una hermosa analogía cada día de la vida de los seres humanos. Su Fortaleza y Perseverancia para luchar cada noche con elementos del Inframundo, vencer y volver a nacer, enseñaban valiosas lecciones para las personas que perdían estabilidad o enfermaban, y era inspiración para los guerreros, quienes salían a luchar con la firme idea de que la Muerte encontrada en el campo de batalla, les perpetuaría un Renacimiento lleno de honores. Todas las características físicas de la Arquitectura se basaban en este universo. Los taludes o montículos, las estelas, la orientación de los edificios, las dimensiones, y la configuración espacial ascendente|descendente. Hace pocos meses, se descubrió que bajo la Pirámide del Sol, en Teotihuacán, existe un túnel, cuya concepción apoya la existencia del tiempo sacro, cíclico, eterno.

En el tiempo en el que actualmente vivimos, es difícil no concebir el Tiempo como un elemento lineal, debido a la fuerza de la rutina que hemos desarrollado por efectos de practicidad, costo y eficiencia.
Esto ha provocado que nos alejemos de la visión profunda y espiritual que podemos guardar con respecto al Tiempo, y que es una variable esencial para mantener nuestro Equilibrio personal en todos los sentidos.

El Tiempo es un ciclo, físicamente representado por un círculo, que posee un inicio y un fin. Además de ello, podemos conceptualizarlo en tercera dimensión, comprendiendo que conforme crecemos y maduramos, las circunstancias a las que nos enfrentamos son más complejas y evolucionan. A nivel Humanidad por poner un ejemplo la Tecnología es fiel reflejo de ello. Su desarrollo puede entenderse como una espiral en ascenso, que cada día nos ofrece mayor complejidad y posibilidades.

Como seres humanos, debemos comprender que nuestras vidas son espirales que pueden abordarse como círculos ubicados en capas, a las que podemos acceder en sentido vertical, ya sea descendente o ascendente. Esto representa una completa metamorfosis conceptual, en el sentido de romper la antiquísima barrera de que no podemos acceder al Pasado, y mucho menos al Futuro, por la estructura de línea unilateral sobre la que existimos.
En esta nueva posibilidad, nuestro Presente, lo que somos y representamos en este momento pudo haber sido definido por eventos que sucedieron, o eventos que sucederán incluso.
La idea expuesta en notas anteriores, de que planeamos nuestra existencia antes de venir a la Tierra, en un plano de existencia superior, apoya esta concepción temporal, ya que las circunstancias que vivimos terrenalmente, se interconectan con situaciones y eventos de otros seres humanos, eventos que han sido definidos en lo que llamaríamos `Futuro´. Así, es posible que la enfermedad que transforma nuestra vida, y el correspondiente proceso de enfrentamiento y lecciones aprendidas, sea una situación definida por la Misión futura que cumpliremos al ayudar a otros a afrontar y sanar la misma enfermedad, o encontrar una cura inclusive al unirnos a los esfuerzos o misiones de otros seres humanos, con quienes nuestra existencia compenetra.

Visto desde esta perspectiva, el Tiempo es en sí una especie de esfera de rotación, a la que podemos acceder en cualquier punto, para obtener guía e información. Lo más común es acceder al Pasado para redirigir nuestro rumbo al obtener lecciones e información sobre puntos de inflexión ahí definidos. Pero acceder al Futuro es posible, para recordar detalles en relación a nuestras Misiones de Vida, circunstancia que existe en el porvenir, y que es igual de real que un evento o circunstancia acontecida, y que, al igual que eventos pasados, influye de manera categórica sobre nuestras circunstancias actuales.

Imagen tomada de la liga:

Escucho:
Enez nein | Yann Tiersen
Life round here | Retrograde || James Blake

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