viernes, 30 de diciembre de 2016

Identidad versus Aceptación

`Trascender la Identidad
para el desarrollo de Consciencia´. 


Un concepto esencial del cual es necesario desapegarse si se desea trabajar en el desarrollo de Consciencia es la Identificación, que paulatinamente nos lleva a la Identidad. Es un término que todos hemos utilizado, y que forma parte de nuestras vidas en todos los ámbitos.

La Identidad es un factor humano que, si se vuelve parte inminente e inseparable de nuestra existencia, puede desarrollar estructuras de pensamiento sólidas e inflexibles, que son capaces de desembocar inclusive en ciclos destructivos o enfermedades crónicas.

El conflicto radica en que basamos nuestro verdadero Ser en las estructuras mentales que hemos vivido, producto de situaciones, circunstancias, creencias, preferencias y emociones que han pasado a formar parte de nuestra vida en muchos sentidos y niveles. Una profesión, un puesto de trabajo, una etiqueta social, una capacidad corporal limitada, pueden ser las variables que nos hagan caer en la trampa: nos definimos a través de estas situaciones. Es decir, nuestra condición de seres humanos se define por todos aquellos elementos que estas circunstancias nos brindan. Una persona que no pueda mover su pierna, y que tenga que utilizar cualquier aditamento que le ayude a desplazarse, lo hará caer en la etiqueta de persona con capacidad diferente. Esto significa que su capacidad motriz es limitada, que requiere mobiliario, equipo o espacios especiales, que posee tratos diferentes a las personas que no posean esta situación. Esto está bien. Es una manera de organizarnos dentro de nuestras experiencias humanas y urbanas. El problema central radica cuando el individuo se define a través y por esta situación, y como ser humano, no es capaz de continuar su existencia sin los `tratos´ o el `apoyo´ que recibe siendo una persona etiquetada de esta manera.

Las identidades nos han funcionado como una herramienta de taxonomía, de clasificación, identificación y orden. El problema radica cuando asumimos estas etiquetas como aquello que nosotros somos. Me refiero, no podemos mirarnos más allá de las cualidades o características que la Identidad nos dicta. Aquí es donde sobrevienen prejuicios que hablan de que toda persona con tal o cual nacionalidad es una serie de cualidades o defectos. O un paciente con cierta enfermedad está destinado a tal o cual calidad o tiempo de vida. Identificarnos con estas cualidades o defectos sólo limita nuestra percepción y definición de nuestro verdadero Ser. Lo que miramos entonces es que nuestra Vida está trazada y definida por los caracteres que poseemos. La analogía es la misma: los bienes materiales que tenemos definen el grado o calidad de persona que somos, así como las características que en este plano de Existencia hemos adquirido.

Las leyes universales manifiestan que, como seres humanos, existimos gracias a una presencia corporal [un cuerpo], que está sujeta a todo tipo de expresiones físicas-psicológicas, materiales y sociales: pobre, rico, inteligente, genio, enfermo, indigente, metrosexual, que en términos de Sociedad dictan las pautas y cánones por las cuales seremos valorados.
Un genio puede ser rico por ejemplo, o un enfermo, indigente; pero un metrosexual no puede ser pobre. Existen situaciones donde las etiquetas que brindan Identidad no nos permiten ser más allá de lo establecido.
Una enfermedad crónica, o un aprisionamiento físico perpetuo en algún espacio, nos condenan en memoria colectiva al término de nuestra vida, limitando la clave o secreto de vivir: el libre albedrío que desemboca en la aceptación de las circunstancias, y por ende el despertar de la Consciencia.

Un daño o afección corporal es un mapa diseñado por la Inteligencia Superior, como guía para comprender la dirección que hemos perdido en el desarrollo de nuestro Bienestar, mientras que una prisión, y por ende la limitación física y mental, es una oportunidad inminente para comenzar un proceso de introspección, auto conocimiento y profundización interior.
La aceptación es una herramienta que ayuda al desarrollo de Consciencia, que trasciende la Identidad. Es decir, es esencial que aceptemos las cualidades y el estatus que la Identidad nos brinda, y seamos capaces de continuar siendo seres humanos, sin limitantes, expectativas o cánones sociales, siendo capaces de alcanzar nuestra plenitud, sin ningún tipo de limitación. De vez en vez, aparecen en las sociedades, personajes extraordinarios, que logran alcanzar lo que llamamos proezas, a pesar de sus limitaciones o incapacidades, y que aún a las personas en circunstancias `normales´ se les dificultaría alcanzar.

Si nos mantenemos identificados con patrones o circunstancias, a largo plazo, sólo se crean paradigmas mentales inflexibles, que nos separan a nosotros mismos del resto de los seres humanos, y nos hace juzgar a quienes nos rodean, en ese juego siniestro de nuestra mente de vivir en la ilusión de que todo se encuentra separado, y hundirnos en la perpetua resistencia de no aceptar lo que acontece a nuestro alrededor, juzgado por los límites que nuestra propia mente ha construido.

Imagen que acompaña a nota, tomada de la liga:
http://www.smartinsights.com/wp-content/uploads/2013/02/digital_fingerpint1.png.

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