`La Energía se manifiesta en absolutamente
todas las expresiones y momentos de nuestras vidas´.
Somos energía, y, por ende,
despedimos y atraemos energía.
Las veces que hemos escuchado
sobre la Ley de Atracción, se
refiere a este principio, aplicado a nosotros, nuestras emociones,
pensamientos, decisiones, intenciones, y nuestra energía.
Las culturas prehispánicas
consolidaron en sus calendarios, días específicos en que la energía oscura era
liberada y vagaba libremente por la Tierra. Se ha interpretado que, en estos
días de noviembre, donde
culturalmente celebramos a la Muerte y su memoria, las almas de las personas
fallecidas regresan al plano de existencia material, y conviven con las
personas vivas. Personas fallecidas amadas, además –desde luego– de otras manifestaciones no gratas.
En términos energéticos, debido a
la brecha cultural y a la memoria colectiva que por ciclos ha consolidado este
momento una vez al año, nuestro ser es más susceptible a la recepción y lectura
de energía de toda naturaleza. Nuestros pensamientos, actos, y emociones –sobre todo éstas últimas– abren la posibilidad de experimentar
con nuestros sentidos y más allá de ellos, energías de todo tipo.
En notas anteriores hablábamos de
Seres de Luz, y cómo nuestra Intención
puede ponernos en contacto con ellos. Las energías que llamaríamos `de
Oscuridad´, cumplen este mismo principio universal.
Nuestras emociones –desde luego– cumplen un papel fundamental.
Identifico, en los momentos más
difíciles de mi vida, y uno en particular, a principio de este año, donde mi
cuerpo atravesaba una grave crisis de Salud, y mi estado emocional era
sumamente débil y comprometido, que, durante las noches, me era imposible
conciliar el sueño. Los temores, las dudas, los miedos y las falsas y catastróficas
proyecciones de mi futuro inmediato, me hicieron en más de una ocasión, ser
susceptible a expresiones y proyecciones energéticas oscuras y siniestras que
se abalanzaron sobre mí, buscando perpetuar mi desequilibrio y merman aún más
mi delicado estado de Salud.
Con el paso de los años, y la
experiencia con respecto a estos temas, la manifestación energética ha sido
algo constante en mi vida, pero me ha costado tiempo y esfuerzo, comprender la
mecánica de dicha manifestación.
Hemos hablado también de la
Enfermedad y su principio energético. En conclusión, nuestra susceptibilidad de
dejar que las emociones nos dominen. Al hacerlo, abrimos una amplia gama de
proyecciones energéticas que ingresan a nuestro cuerpo y afectan en diferentes
grados nuestra estructura biológica, química y psicológica.
Los días de los que hablaban
nuestros antepasados sin lugar a dudas existen, y los vivimos en nuestro país
con peculiar humor y algarabía. Sin embargo, durante el resto del año,
inconscientemente continuamos nuestra existencia sin comprender y definir la
manera en que la energía afecta nuestro ser.
Los sentimientos dañinos, los que
guardamos a diario tras un percance, una discusión, un accidente o un mal
suceso, se quedan guardados y generan a la larga más y más emociones
desequilibradas. Incluso, durante estos días de celebración y luto por igual,
si no aprendemos a lidiar con el recuerdo y el dolor de un ser querido que
hemos perdido o se ha marchado, energéticamente estaremos creando un momento
perpetuo de desequilibrio, lo cuál atraerá expresiones y consciencias de baja
frecuencia que buscarán encontrar una fuente de alimentación en nuestros
estados destructivos auto infligidos. Dominar nuestros pensamientos y emociones es indispensable.
El uso responsable de nuestra Intención nos permite, con la constancia
en la práctica, dominar, controlar, pero, sobre todo, enfocar nuestros
pensamientos y emociones, hacia objetivos liberadores, y no destructivos. Eso
no se trata de ser fríos e insensibles, más bien, de aprender a convivir con
los sentimientos, y permitir que formen parte integral y holística de nuestra existencia, en todas
sus facetas y matices.
Imagen ilustrativa únicamente, tomada de la liga:
Escucho:
Inmortality | Celine Dion & Bee Gees
Don't forget me | Red Hot Chili Peppers
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