jueves, 26 de octubre de 2017

Cargas generacionales, y sus consecuencias

`Cargas energéticas que atraviesan
generaciones, dentro de las familias,
y afectan la vida de sus miembros´.


Las directrices generacionales son eventos que atraviesan los límites del tiempo, e influyen en nuestra vida en el presente. En ocasiones, estas directrices literalmente afectan o incluso definen las circunstancias que vivimos o viviremos en el futuro inmediato.

Su origen se encuentra en las acciones realizadas por miembros de la familia en el pasado, que generaron en dichas acciones, cargas energéticas, o lo que hemos dado en llamar karma, y cuyas consecuencias trastocaron la realidad; dichas consecuencias, por su gravedad o profundidad, quedaron grabadas en el campo energético de las personas circundantes (familiares y externos), y, por ende, legadas a los miembros de la familia posteriores, como un peso, culpa o vergüenza, heredada.

La gran mayoría de los conflictos que vivimos son nuestros, producto de las acciones o decisiones tomadas a lo largo de los años. Una minoría, sin embargo, es resultado de la carga generacional que la familia lleva consigo, y que afecta, en un primer momento, el equilibrio de cualquiera de los puntos energéticos básicos en nosotros (los siete chakras), y, por ende, alguna de las siete áreas de Vida. Cuando nos esforzamos y hemos logrado las condiciones óptimas para desarrollar estabilidad económica o vocacional por citar un ejemplo y, a pesar de ello, crisis o adversidades extraordinarias sabotean nuestros esfuerzos, es señal de que tenemos atado en nuestro código energético genético, un evento conflictivo del pasado. No importa que trabajemos, ahorremos, nos esforcemos, y seamos buenos profesionistas o amemos lo que hagamos para generar nuestro sustento, el caos entrará una y otra vez.

Identificar los orígenes energéticos requiere analizar los conflictos de nuestros antepasados inmediatos, y de generaciones anteriores, ya que saldrán a la luz casi de inmediato, casos cíclicos, constantes o repetitivos que han afectado a varios miembros de la familia. He sido testigo de constantes en historias familiares que muestran pérdidas de todo tipo, fallecimiento de parejas dentro de los matrimonios, enfermedades crónico degenerativas que afectan a determinados miembros (fuera de las variables médicas o biológicas), o conflictos personales que tienen diferentes orígenes, pero siempre la misma consecuencia o resultado.

Romper con estos ciclos generacionales, una vez identificados, requiere un constante trabajo en dos sentidos: primero de carácter energético, es decir, que la persona que lo ha identificado y que lo vive, lo haga consciente y lo acepte como parte de su historia energética familiar, pero no como parte de su existencia individual. Esta primera labor energética tiene por objetivo potencializar la individualidad y la carga energética de la persona, desarrollando sus cualidades y dones a nivel personal, y definiendo conscientemente el papel que este conflicto familiar heredado representa en su vida.

El segundo trabajo realizado consiste en romper energéticamente, de manera personal y consciente, los lazos con esta carga energética residual, que si bien, afecta la vida de los miembros de la familia, es un eslabón que puede modificarse a través del concepto de punto de inflexión que hemos abordado con anterioridad. Esto significa que la persona que desea trascender esta carga, está destinada a tomar una serie de decisiones que redimen las acciones establecidas en el pasado, y consiguen equilibrar las cargas energéticas derivadas de los hechos originales que produjeron el desequilibrio.

La vida de la persona que decida romper el paradigma generacional (o en ocasiones, la vida de la familia directa a la que pertenece) cambiará radicalmente, tornándose en una serie de eventos no vividos, permitidos, aceptados o conocidos, antes por la familia. Es lo necesario para generar una total liberación de la carga energética acumulada por años y años de repeticiones y ciclos energéticos inconscientes. El resultado será la anulación de los efectos y daños futuros, consecuencia de la carga generacional residual.

La labor necesaria para abordar estos conflictos es ardua y consciente. Las personas que deciden afrontarla han abierto su consciencia y panorama energético, y están dispuestas a representar el balance indispensable para liberarse de esta carga, que cesará, impidiendo afectar a miembros de la familia más jóvenes, y posteriores a ellos.
La consecuencia es altamente satisfactoria, ya que, independientemente del resultado de las acciones (que no siempre terminan siendo lo que se espera), he sido testigo de la pureza, la limpieza energética y la liberación y la Paz que el acto, la decisión y la intención materializados, conlleva para la persona, y su familia, en cuestión.

Imagen tomada de la liga:

Escucho:
I saw her standing there | The Beatles. Taken from Live At The BBC [Disc 1]

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